patrimonio

Las excavaciones sacan a la luz más mosaicos romanos en el yacimiento del Forau de la Tuta

Acaba la tercera campaña de trabajos en la antigua ciudad romana ubicada en la localidad de Artieda.

Vista del mosaico geométrico de las termas, tras la excavación arqueológica de este año.
Vista del mosaico geométrico de las termas, tras la excavación arqueológica de este año.
Jorge Angás

Este viernes concluyó una nueva campaña de excavaciones en el yacimiento de El Forau de la Tuta, una ciudad romana datada entre los siglos I y IV y ubicada en Artieda, en la Jacetania zaragozana. Los arqueólogos se planteaban como principal objetivo delimitar una de las dos estancias de las termas, en las que ya se habían descubierto otros tantos mosaicos teselados blanquinegros: uno figurado con amores e hipocampos (correspondiente al vestíbulo) y parte de otro de tipo geométrico que hasta ahora no había conseguido delimitarse. En esta última estancia ha aparecido más mosaico romano, en muy buen estado de conservación, y ello sitúa a los arqueólogos ante la certeza de que la ciudad era muy importante, tanto, que podría obligar a reescribir algún capítulo de la romanización del norte de Aragón.

Desde el equipo científico no se pierde la calma. "Queremos ser prudentes –señala Lara Íñiguez–. La estancia en la que el año pasado apareció el mosaico geométrico pensábamos que podía ser la sala fría de las termas. Ahora, ante sus enormes dimensiones, creemos que también podría tratarse del vestuario o de una habitación que tuviera ambas funciones".

"En estas termas nada es como debería ser, en parte porque su planta es irregular –añade José Ángel Asensio–. Lo que tenemos ahora es una estancia de 21 por 7 metros toda ella cubierta de mosaico geométrico". Este ha sido cubierto con arena, geotextil y tierra para protegerlo durante los próximos meses y hasta el inicio de una nueva campaña.

"Hemos excavado también parte de una cloaca, de grandes dimensiones, que se va a consolidar próximamente con financiación del Gobierno de Aragón", añade Paula Uribe.

¿Cómo se llamaba la ciudad?

El gran enigma, desde que se empezaron los trabajos hace ahora tres años, es saber el nombre que tenía la ciudad romana, si corresponde a alguna de las que aparecen mencionadas en la documentación antigua (Plinio, Ptolomeo, el Itinerario de Antonino...) y aún no se han localizado; o si pertenece a alguna hasta ahora desconocida. El Forau de la Tuta se ubica a kilómetro y medio de distancia de Artieda, junto al paso del río Aragón y en lo que podría considerarse una encrucijada de caminos, con una calzada que conectaba Jaca con Pamplona y otra que atravesaba la canal de Berdún y conectaba con Aquitania.

"Lo que tenemos es el centro urbano de una ciudad fundada en época de Augusto –relata Jorge Angás–. Pero no podemos aventurar más: quizá sea una ciudad citada en fuentes antiguas, quizá no". La clave la daría el hallazgo de una inscripción, algo que suele ocurrir cuando se excava el foro. No se prevé hacerlo ahora.

"Gracias a las técnicas de teledetección creemos saber dónde está el foro –revela Angás–. Y en la ermita de San Pedro hay vestigios que parecen pertenecer a un templo romano del último cuarto del siglo I. Pero lo lógico es seguir el plan establecido, avanzar con coherencia en el conocimiento del yacimiento". "Se ha elaborado un plan de actuación para cinco años y en 2024 retomaremos los trabajos donde los hemos dejado este año –subraya Paula Uribe–. Intentaremos terminar de establecer las dimensiones de las termas".

El yacimiento tiene más de cuatro hectáreas de superficie, y al menos dos niveles de ocupación. Uno corresponde a una ciudad romana de época imperial, datada entre los siglos I al V, y otro pertenece a una villa medieval de los siglos IX al XIII. El equipo de investigación está documentando tridimensionalmente cada capa estratigráfica.

Y esa es una de las características más destacadas del trabajo en El Forau de la Tuta. Se están utilizando en él las técnicas geomáticas más avanzadas. "El yacimiento puede presumir de ello–concluye Jorge Angás–. Hemos empleado drones con sensores multiespectrales y termográficos, el miércoles hicimos un escaneado en 3D a una resolución milimétrica para obtener un gemelo digital... Tenemos una visión multitemporal y multiespectral del yacimiento porque es la mejor forma de enfrentarse a él. La arqueología es una técnica en cierto modo destructiva y por eso queremos documentar bien todo".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión