El Slap! baila en su casa y copia a los Sanfermines: "Ya falta menos"
El festival zaragozano de música negra celebró ayer su día grande, y ya se ha anunciado sus fechas de 2024:del 5 al 7 de julio, con Guadalupe Plata confirmados
Lo de ‘slap’ en inglés, seguido de ‘stick’, refiere a comedia física, Chaplin y Keaton, la quintaesencia del humor. Slap a secas es directamente bofetón, y algo de eso había ayer en el Camping de Zaragoza si se alude al calorazo que soportaron los asistentes al festival Slap!, la quintaesencia del baile y la música de alma negra en Zaragoza. Víctor Domínguez, fundador y director de la iniciativa, estaba feliz tras una primera noche nutritiva en emociones y un sábado lleno de buen rollo. "El año pasado lo concentramos todo en un día, y estuvo bien, pero está claro que el Camping es nuestro lugar, aquí nació y creció todo".
El ambiente respondía literalmente a ese entusiasmo del ‘boss’. "Han sido dos días de abrazos y sonrisas. El ‘pool train’ es una buena muestra de ello. Surgió de manera espontánea hace unos años, en nuestra piscina: unos cuantos de la organización nos pusimos a abrir pasillo en el agua mientras sonaba soul setentero, y formamos ese paseíllo para que se bailara en él. Se ha convertido en nuestro icono:aquí disfrutan pequeños, mayores... un momentazo de desahogo y unión:de hecho, decidimos que lo íbamos a repetir en el cierre de mañana (por hoy) para coronar este retorno a casa con una alegría especial. Estarán pinchando Luso, Pendejo, Rumba y yo mismo, me hace mucha ilusión".
La Asociación Versus, especializada en el breakdance y que organiza el campeonato de breakdance del propio Slap!, se encarga de animar la fiesta piscinera con dosis de funk y el mentado soul de los 70. En el campeonato ‘breaker’ competía este año 25 bailarines de Zaragoza. "Hay un relevo generacional ahí –apuntaba Domínguez– que de algún modo marcó la pandemia. Muchos de los veteranos del lugar han pasado ahora a la labor de jueces y hay una nueva generación de ‘dancers’ que ha levantado una notable expectación".
Domínguez recalca un dato que lleva esgrimiendo desde el primer día de la iniciativa. "Hemos ido calentando la esencia del festival a lo largo de 12 ediciones: no es fácil, porque nuestros artistas no suelen estar en el ‘mainstream’, salvo excepciones puntuales. Somos una apuesta de ‘golpeo’, de convencer con hechos palpables. Este año nos conformamos con cifras menores a las de antaño, 800 personas diarias como máximo, con la idea de ir subiendo el año próximo. De hecho, ya hemos anunciado el próximo festival, en el primer fin de semana de julio de 2024, y un artista confirmado: Guadalupe Plata".
Domínguez quiso destacar de la primera jornada a la Orkesta Mendoza, procedente de Tucson (Arizona). "Le dimos a la cumbia, al bugalú... bailamos como locos. Y Combo Chimbita resultó ser una maravilla psicodélica". Por el festival fueron desfilando caras conocidas del rap en la ciudad, desde Kase.O a Hazhe: el responsable escénico, Jaume Esteve (actual road manager de Fangoria), se sumaba a los aplausos a los de Tucson. "Este festival es diversión garantizada, terraceo, buen ambiente: estamos trabajando con mucho calor, pero la recompensa vale la pena. En mi caso, además, me reencuentro con Miss Bolivia, con quienes trabajé en su día".
