literatura

Muere el escritor checo Milan Kundera

Alcanzó fama mundial en la segunda mitad del siglo XX con obras como 'La insoportable levedad del ser', 'La broma' y 'El festín de la insignificancia'.

Czech-born writer Milan Kundera looks on in this file photo taken in May 1968. Milan Kundera, whose dissident writings in communist Czechoslovakia transformed him into an exiled satirist of totalitarianism, has died in Paris at the age of 94, Czech media said Wednesday, July 12, 2023. (Pavel Vacha/CTK via AP)
Milan Kundera en una foto tomada en 1968
Vacha Pavel

El escritor checo Milan Kundera falleció hoy miércoles en Francia a los 94 años, informó la emisora pública Radio Praga.

El prosista, dramaturgo y poeta, que desde los años 80 escribía en francés, alcanzó fama mundial en la segunda mitad del siglo XX con obras como 'La insoportable levedad del ser', 'La broma' y 'El festín de la insignificancia'.

Milan Kundera (Brno, Checoslovaquia, 1929) se ha convertido en los últimos 30 años en un autor casi invisible, un asceta silencioso recluido en su céntrico piso de París, alguien que rehuye a los periodistas y las declaraciones públicas.

Nació en Brno en una familia de poso intelectual, su padre Ludvík era un célebre pianista, y la música ha tenido una gran influencia en su prosa.

En Praga se formó como guionista y luego impartió clases de Literatura Mundial y Estructura de la Novela en la Facultad para el Cine y la Televisión.

Prosista, poeta, dramaturgo y ensayista, empezó a ser conocido en los años 60 como autor teatral ('El dueño de las llaves' y 'Bobada'), pero acabó consagrándose como novelista ('La broma' y 'El libro de los amores ridículos').

Desde sus primeras novelas, el humor, la ironía y la reflexión sobre la memoria, el paso del tiempo, el exilio y la frágil condición humana han sido sus señas de identidad.

En su ensayo 'El arte de la novela' se declara admirador de Miguel de Cervantes, a quien considera no sólo el creador de la novela con su Don Quijote sino también de la modernidad.

"Para mí el creador de la Edad Moderna no es solamente Descartes, sino también Cervantes", escribió una vez sobre quien influyó de forma decisiva con su humor y su arte narrativo en su obra.

"¿A quién o a qué me siento ligado?: ¿a Dios? ¿a la patria? ¿al pueblo? ¿al individuo? Mi respuesta es tan ridícula como sincera: no me siento ligado a nada salvo a la desprestigiada herencia de Cervantes", aseguró en ese ensayo.

Durante el proceso aperturista de la "Primavera de Praga" en 1968 se perfiló como uno de los representantes de la oposición cultural al régimen comunista, lo que pagó con su expulsión del Partido Comunista y la prohibición de publicar.

La sátira política del comunismo estalinista que retrató en "La broma" le valió el reconocimiento con el Premio de la Unión de Escritores Checos, pero con la reinstauración de un Gobierno fiel a la URSS se le vetó como escritor.

Kundera se exilió en Francia en 1975 y publicó en checo -en una editorial de Toronto- sus obras más conocidas ("El libro de la risa y el olvido", "La insoportable levedad del ser" y "La inmortalidad").

'La insoportable levedad del ser', una novela que ha marcado a varias generaciones con sus reflexiones sobre el amor y el eterno retorno, ha sido su mayor éxito comercial, aunque solo se publicó en 2006 en República Checa.

Esa obra surge tras su experiencia en Occidente en los años 1970, cuando Kundera consideró que "nunca fue el tiempo mejor y al mismo tiempo se hizo tan insoportable", según dijo en una ocasión el crítico literario checo Jiri Penas.

El régimen comunista checoslovaco le retiró la ciudadanía en 1979 y obtuvo la gala en 1981.

Kundera aceptó en 2019 de nuevo un pasaporte checo y las autoridades checas le pidieron perdón por el trato que recibió de la dictadura comunista.

Desde los años 1980 recibió numerosos premios, desde el Médicis, por la mejor novela extranjera publicada en Francia, el Commonwealth de EE.UU., el Europa o el Jerusalén, además, su nombre ha sonado en varias ocasiones para el Nobel.

Tras la transición democrática checoslovaca, Kundera publicó en 1993 en su país natal "La inmortalidad", lo que supuso un reencuentro literario amistoso con su nación, pero algo efímero.

Su pasado checo le ha perseguido con alguna polémica, como si fuera el personaje de alguna de sus propias novelas.

En 2008 el Instituto checo para el Estudio de los Regímenes Totalitarios le acusó de delatar en 1950 a un espía que acabó durante 14 años en prisión.

El escritor rompió entonces su silencio -con un comunicado- para calificar las acusaciones de "puras mentiras".

Reacciones en la República Checa

El primer ministro checo, el conservador Petr Fiala, destacó en Twitter que el autor "fue capaz de alcanzar generaciones de lectores en todos los continentes y logró fama mundial".

"Tuvo que abandonar su país por motivos políticos. Dejó tras de sí no sólo una notable obra de ficción, sino también una importante obra de ensayo. Nuestro más sentido pésame a su esposa Vera", agregó el jefe de gobierno checo, actualmente en la cumbre de la OTAN en Vilna.

Por su parte, el ex primer ministro Andrej Babis, quien había apoyado activamente devolverle la nacionalidad checa al autor, dijo en declaraciones a la prensa local que recuerda a Kundera como "una persona magnífica" que con su obra le dio "fama a la República Checa como ninguna otra persona".

Tomas Kubicek, director de la Biblioteca Nacional de Brno, que alberga la biblioteca personal del autor, destacó en declaraciones a la radio pública que Kundera "estaba sin duda entre los escritores más importantes del mundo".

"Eso se muestra por el mero hecho de haberse traducido su obra a 54 idiomas en 3.000 ediciones diferentes en todo el mundo. Eso significa que los lectores han decidido que Kundera forma parte del canon de la literatura mundial", concluyó Kubicek. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión