Zaragoza se apunta a San Fermín con chupinazo y almuerzo incluidos
Un centenar de navarros y simpatizantes han vivido con intensidad el inicio de las fiestas de Pamplona en el bar El Pájaro Azul.
Un centenar de navarros y zaragozanos han vivido con intensidad el inicio de las fiestas de San Fermín en la capital aragonesa. A pesar de la distancia, su corazón estaba en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona, aunque ellos físicamente se encontrasen en el comedor del restaurante El Pájaro Azul de la calle Doctor Cerrada.
Poco ha importado este pequeño detalle a la hora de disfrutar de la intensidad del chupinazo, el simbólico instante que inaugura un verano cargado de fiestas en España. De blanco inmaculado y con el pañuelo rojo en la mano, los minutos previos a las doce se han hecho muy largos.
En cualquier caso, delante de una gran pantalla de televisión no ha tardado en resonar con fuerza el “¡Viva San Fermín!”. A partir de ese momento, ya sí, los pañuelos se han empezado a anudar al cuello, tal y como marca la tradición, e incluso la letra del ´Riau-riau` ha hecho acto de presencia. Este año, además, con el protagonismo de una pequeña orquesta formada por dos músicos.
Ana Notivoli, presidenta de la Casa de Navarra en Zaragoza, estaba muy satisfecha de la respuesta de sus compatriotas. “Hace ya unos cuantos años que recuperamos esta tradición –comenta–, no tenemos sede física, somos una entidad virtual, pero cada vez organizamos más actividades”. Por unas horas, el Pájaro Azul ha sido su sede. Los pamplonicas han abarrotado el comedor del restaurante para saborear el primer almuerzo de esta festividad tras anudarse el pañuelo al cuello.
Aurelio Royo, propietario de El Pájaro Azul, ha preparado un menú clásico para los 40 valientes que cabían en el comedor. La propuesta ha sido bastante contundente: huevos fritos con chistorra, magras con tomate, pimientos y patatas fritas, ensalada, tarta de queso con frambuesa y cava para brindar. “Desde hace siete años celebran este día en nuestro local y para nosotros es un orgullo acogerlos”, comenta. De preparar los montaditos de chistorra se ha ocupado Encarnación, encantada de celebrar este evento en El Pájaro Azul.
A la cita festiva se han sumado representantes de otras casas regionales como el Centro Soriano Castilla y León, Castilla La Mancha, Andalucía, Madrid y Comunidad Valenciana. Para ellos ha sido una forma de expresar su cariño y reconocimiento a las fiestas de Pamplona. También han participado los concejales del Ayuntamiento de Zaragoza Sara Fernández, Paloma Espinosa y Alfonso Mendoza.
Todos han disfrutado de la música y el baile alrededor de una fiesta que también tiene mucho tirón en Zaragoza. “La verdad es que cada año viene más gente, pero necesitamos que los jóvenes se incorporen a las actividades de la Casa de Navarra porque ellos representan el futuro”, asegura Ana Notivoli.
Tras la puesta de largo, los navarros residentes en Zaragoza tienen el 7 de julio, festividad de San Fermín, una cita en la basílica del Pilar, donde se celebra una misa en la capilla de la Virgen y acto seguido hay una ofrenda floral.
