Madrid revive el recuerdo de Salvador Victoria
Marie-Claire Decay, viuda del pintor de Rubielos de Mora, recibe el XVII Premio de los Emigrantes Aragoneses en la capital.
Bajo la pálida luz de uno de los últimos cafés-tertulia de la capital del país, el Gijón del paseo Recoletos, un nutrido grupo de familiares y amigos revivieron ayer el recuerdo de Salvador Victoria con una mujer como protagonista, su viuda. Marie-Claire Decay, gestora del legado del universal pintor de Rubielos de Mora (Teruel), recibió el XVII Premio Aragoneses en Madrid que la Fundación Aragonesista Chesús Bernal entrega cada año.
Decay, que se mostró "muy emocionada", es presidenta de honor del Patronato de la Fundación-Museo Salvador Victoria, un centro artístico abierto desde hace dos décadas en la localidad turolense y que, como recordó la galardonada, "no ha cerrado nunca, ni durante la pandemia".
El acto fue presentado por el presidente de CHA–Madrid, Chusé Inazio Felices, y contó con la presencia, entre otros, del economista y exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, el artista Diego Arribas, y su hija, Almudena Arribas, que cerró la velada con una pieza de viola, así como numerosos miembros de la Casa de Aragón en Madrid.
Tampoco faltó Jacinto Moros, escultor aragonés, autor desinteresado del premio concedido a Decay, que durante el acto fue entrevistada por la artista Carmen Gascón, viuda de Emilio Gastón y amiga de la familia, en un diálogo que sirvió para conocer mejor el periplo de Victoria.
"Era muy aragonés de temperamento, hombre de tierra adentro", subrayó Decay, que agradeció que su difunto marido fuera "reconocido en vida" con "grandes exposiciones antológicas" en las tres provincias aragonesas.
Nacido en Rubielos de Mora, Victoria estudió en Valencia y pasó cerca de una década en París, donde se vio influido por los artistas abstractos. Regresó a Madrid, donde desarrolló su carrera, no sin visitar a menudo su localidad natal, "un pueblo muy bonito y bien conservado", ensalzó su viuda.
