Concierto magistral de Al Ayre Español

Los ocho integrantes de Vozes del Ayre, dos mujeres y seis hombres, combinados con el conjunto instrumental de Al Ayre Español y dirigidos por Eduardo López Banzo (que siempre multiplica sus manos distribuyéndolas entre el gesto y el teclado), iniciaron su concierto del jueves 25 con el villancico de Matías Juan de Veana ‘¡Buenas Nuevas!’, dedicado a la Asunción de la Virgen. Entusiasmo y veracidad expresiva, conjugado todo con el espíritu jubiloso que emana del texto. Un reestreno en suelo zaragozano –gran privilegio– tras siglos de olvido y silencio.
El contraste al enérgico inicio de la sesión lo puso Corelli con su ‘Sonata nº 11 en Re menor, Op. 1’, en cuatro partes, que desgranaron los dos violines, el violonchelo y el contrabajo del conjunto.
El tono ‘Serénense los mares’, de Cristóbal Galán, para contratenor y cuerdas, resultó elegante y conmovedor. Escrito como plegaria para remediar los males del rey Carlos II, sonó fresco, aéreo y luminoso en las inflexiones del solista. Contratenor, tenor y barítono ofrecieron un delicioso contrapunto, acompañado por el órgano en ‘Que os retrate, Señor’, dedicado al Santísimo Sacramento. Con un villancico de Juan del Vado, ‘¡Oigan, miren y vengan a ver!’, de gran brillantez, para todo el elenco vocal e instrumental, finalizó la primera parte.
La segunda tuvo un desarrollo similar con obras de Veana, Corelli y Galán, más tres piezas de Sebastián Durón. Aun siendo una constante en toda su trayectoria, hay que destacar el magnífico trabajo de López Banzo descubriendo, transcribiendo e interpretando el rico patrimonio musical español del Barroco, más su acierto al elegir el repertorio y atinar con los intérpretes adecuados. Su forma de dirigir resulta energetizante, no solo para los músicos, sino también para el público asistente. En suma, un concierto magistral e inolvidable.