Por
  • Luis Alfonso Bes

Arcadi Volodos: una caricia para el oído

Arcadi Volodos, este miércoles, durante su concierto en la sala Mozart.
Arcadi Volodos, este miércoles, durante su concierto en la sala Mozart.
Francisco Jiménez

Arcadi Volodos atacó ‘Música callada’, de Federico Mompou, transmitiendo el sosiego y el reposo latentes en las partituras de su primer cuaderno, a veces con el ánimo apagado y siempre trasmitiendo abundante desmayo. De ahí pasó a la quietud y a la placidez hermosas de su cuarto cuaderno, generando canto pianístico sublimado. Volodos derivó hacia las armonías cargadas de disonancias, articulando líneas melódicas muy matizadas, tremendamente eufónicas y sacándole a esta partitura toda su callada esencia musical. Una partitura de la que el propio Mompou escribió: "esta música es callada porque su audición es interna". Y así la escuchamos, como una caricia para el oído, en la interpretación de un Arcadi Volodos, que supo resaltar la fuerte influencia en sus pasajes de las ‘Gnossiennes’ de Erik Satie y del ‘Gaspard de la nuit’ de Maurice Ravel.

Volodos trajo una selección de doce de las veintiocho piezas que componen la ‘Música callada’, de Mompou en este concierto homenaje a la gran pianista española Alicia de Larrocha.

Arcadi Volodos *****
Programa:'Música callada’, de Federico Mompou; ‘Balada n° 2, en si menor, S. 171’ de Liszt Ferenc (Franz Liszt); y selección de obras de Alexander Scriabin.

El rutilante pianista de San Petersburgo atacó luego, a modo de contraste, el 'ostinato' atronador de la ‘Balada n° 2’ de Liszt Ferenç. Arcadi Volodos, todo fuerza expresiva, recreó los pasajes 'di bravura' del húngaro derrochando virtuosismo y luciendo toda la potencia acústica de un Steinway & Sons. Pasajes que alternaron con momentos de beatitud mística y otros de marcialidad solemnemente expresada.

Finalmente Volodos, sin partituras de principio a fin, se lanzó a un ‘tour de force', una prueba de resistencia de cuarenta y cinco minutos con obras de Alexander Scriabin a palo seco, articulando cada frase con el acento justo, produciendo una arquitectura prosódica monumental, que hipnotizó a la audiencia con la autoridad artística del músico nacido para ser grandioso.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión