entrevista

Juan Naya: "Sijena es la nueva Jerusalén tras la pérdida de Tierra Santa"

Astrofísico, ha cumplido el sueño de su vida al recrear la sala capitular del monasterio de Sijena en una película y en la muestra ‘SiJena Mágica’.

La sala capitular de Sijena revive en los antiguos depósitos de agua de Pignatelli de Zaragoza
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Juan Naya, en la exposición ‘SiJena Mágica’, que se expone en los antiguos Depósitos del Pignatelli de Zaragoza con un gran éxito de público.
Francisco Jiménez

El jueves y viernes pasaron 800 personas al día por la exposición ‘SiJena Mágica’ en los antiguo Depósitos Pignatelli de Zaragoza. ¿Qué debemos ver y entender?

La exposición es un recorrido de iniciación a la sala capitular en el que descubrimos las técnicas con las que fue construida la sala, escenas magistrales a tamaño real, la techumbre dorada maravillosa, un artesonado en madera dorado y policromado, una proyección que evoca al maestro pintando una escena inédita, etc. Todo ello es una preparación para poder apreciar la sala en su conjunto. Esto se consigue con la guinda de la exposición, la experiencia inmersiva en realidad virtual que te traslada a la sala capitular como pudo ser en tiempos de la reina Sancha. Es una experiencia maravillosa que deja a todo el mundo con la boca abierta. Unos niños de siete años dejaron una nota en el libro de visitas que dice: "Ha sido lo mejor del día". Un señor, conmovido, salía llorando y una mujer nos dijo que era la tercera vez que venía.

¿Lo suyo fue una obsesión o una corazonada?

Creo que es una combinación de las dos. La obsesión viene de niño, de las historias de los abuelos que me hacían soñar de cómo era el monasterio antes de la destrucción. La corazonada viene de mayor, cuando siento que ha llegado el momento de comenzar este proyecto imposible para devolver la vida a la sala capitular. Eso fue hace ya quince años. Nunca imaginé que sería tan difícil y que íbamos a llegar tan lejos.

Cuando vuelve la vista hacia atrás y recuerda, y piensa en sus abuelos, ¿qué se le viene a la cabeza, qué instantes, qué narraciones, qué imágenes?

Recuerdo el cariño con el que me contaban historias de su juventud, del horror de la guerra y de lo mucho que se perdió. Historias de Sigena, de la belleza de la Sala Capitular y de su destrucción. Me costaba resignarme a que todo aquello se había perdido para siempre. A los nueve años soñé que de mayor ayudaría a reconstruir el Monasterio. Fue la semilla del proyecto.

Su aventura comienza en una librería en 2007, con un libro. Y le lleva a la película ‘El sueño de Sijena’, que dirigió Jesús Garcés. ¿Qué le empujó tanto?

La película ‘El sueño de Sijena’ es un gran relato cinematográfico que cuenta la loca aventura de recrear la sala capitular de Sijena. En la película se puede entender cómo el amor por la tierra, la inspiración de los mayores y la pasión por el arte, sumado a la curiosidad y a la perseverancia día a día, permiten superar las mil y una barreras y llegar a cumplir un sueño imposible.

Para usted, con la película acabada, con todo lo que le ha dado el azar, su obstinación y las ganas de saber, ¿qué es lo más impresionante que le ha pasado?

La película es un verdadero ‘thriller’ de arte. Por más que se resuelven enigmas aparecen otros nuevos y la tensión no desaparece hasta el final. Dar con las claves para el color, resolver geometrías y decoraciones imposibles, encontrar nuevas escenas perdidas. Una vez que el proyecto parecía ya finalizado, se ha dado el hallazgo más importante: la conexión con Tierra Santa, que da a la sala una relevancia y una dimensión todavía más importantes. Actualmente seguimos investigando las implicaciones de este hallazgo que ha sido publicado en una revista inglesa especializada.

Se habla del maestro de Sijena. ¿Qué sabemos de él y qué le debería a los pintores y muralistas de ‘La Biblia de Winchester’?

A pesar de ser uno de los mejores artistas del momento no sabemos ni su nombre ni su procedencia. En aquella época los pintores y artesanos no eran reconocidos como lo son hoy en día. Estudios de finales del siglo pasado vincularon las pinturas con los artistas ingleses que ilustraron la ‘Biblia de Winchester’. Recientemente hemos descubierto que los autores provenían seguramente de Tierra Santa. Se trataría así de la primera muestra de arte cruzado en España, en el que lo mejor de los estilos románico, bizantino y musulmán se mezclan para crear un conjunto extraordinario y una experiencia sin parangón en Europa.

¿Qué otras conexiones o paralelismos ha encontrado con otros libros?

Hemos recuperado la memoria histórica y hoy entendemos mejor cómo se pudo construir una espacio así, trayendo a los mejores artistas de la época a un lugar despoblado en medio de un desierto. Hemos descubierto que además de la conexión con Inglaterra y Sicilia, a través de la 'Biblia de Winchester' y de los mosaicos de Sicilia, su conexión con Tierra Santa, a través de 'El Salterio de Melisenda'. Melisenda fue Reina de Jerusalén en 1150 y toda una heroína de la Edad Media. Un buen paralelismo e identificación con nuestra Reina Sancha.

Concrétenos: ¿cuál sería para usted la relación entre Sijena y Tierra Santa?

Sijena es la Nueva Jerusalén, fundada un año después de la pérdida de Tierra Santa a manos de Saladino en 1187. Probablemente miembros de las órdenes allí presentes, como la de San Juan de Jerusalén, trajeron libros, reliquias y artistas a Occidente. Creemos que ‘El Salterio de Melisenda’ pudo haber llegado así a Sijena e inspirado el programa de escenas del Nuevo Testamento en los muros. Es poco conocido que Sancha hizo traer de Tierra Santa una de las reliquias más preciadas de la cristiandad, un ‘Lignum Crucis’ o fragmento de la Vera Cruz. Esto nos lleva a pensar que la sala capitular pudo ser un gran relicario para albergar tal tesoro. Análogo a la bellísima Sainte Chapelle de París, que 50 años más tarde los reyes de Francia Blanca de Castilla, sobrina de Sancha, y su hijo San Luis hicieron construir para albergar las reliquias que habían comprado al emperador de Bizancio. El lujo y la magnificencia de la sala capitular de Sijena se explica mejor si se la entiende como una ‘Sainte Chapelle’ de Aragón.

¿Qué le queda por hacer?

Estamos teniendo contactos muy prometedores para llevar la exposición a otros lugares. A la par, el proyecto sigue muy vivo y estamos reconstruyendo el artesonado al completo. Son doce alfarjes en madera dorada y policromada cada uno diferente y de una hechura preciosa. Además del que se exhibe en la exposición, existen otro policromado, tres más en madera y ahora estamos comenzando el sexto. Paco Luis Martos, reciente Premio Nacional de Artesanía, está haciendo un trabajo maravilloso.

Si en Aragón le han criticado por no haberse posicionado a favor de la absoluta devolución de los bienes en la película, en Cataluña le han silenciado y boicoteado. ¿Es así o es una sensación falsa?

Mi sensación es la que pudo tener mi paisano Miguel Servet que, a pesar de no ser comprendido por católicos ni protestantes, siempre hizo lo que creía que era correcto. ¡Espero que en mi caso no acabe quemado en la hoguera!

¿Ha tenido problemas con sus vecinos?

No, que yo sepa. Ningún disgusto o enfrentamiento. Quisiera decirle que detrás de ‘Sijena Mágica’ hay muchas personas. Actualmente nuestro foco está en continuar con el artesonado y en esta parte del proyecto se ha incorporado al equipo Joan Rosell, músico y especialista en tecnología digital, que nos sorprende cada día con las últimas novedades del mundo de la realidad virtual.

¿Está satisfecho?

Desde luego. Quiero agradecer al Ayuntamiento de Zaragoza que ha coordinado y hecho posible la exposición. También a HERALDO por una colaboración importante que ha permitido traer un precioso alfarje, una de las joyas de la exposición. A los comisarios, que se han entregado y dado alma a la exposición, Mapi Domínguez y Antonio de Clemente; a ADN Training por el apoyo en la inauguración de ‘Sijena Mágica’. Y a la ciudad de Zaragoza por su acogida y cariño.  

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