Matria: una mujer en precario

Tenía intención de empezar mi artículo con unas referencias al término ‘matria’, que da título a este primer largometraje del director y guionista Álvaro Gago Díaz. Pero, en vista de la polémica que levantó no hace mucho, con manipulación de significado incluida, prefiero comentar simplemente, para quien no la conozca, que la palabra se refiere a la pertenencia de alguien a una tierra. Y es ese apego a un lugar, al que se pertenece, pero en el que se sigue estando más por costumbre que otra cosa, lo que define a la protagonista de esta producción española.

‘Matria’, a medio camino entre el género puramente social, con cierta influencia del cine de Ken Loach y los hermanos Dardenne, gira en torno a una mujer, interpretada de manera soberbia por María Vázquez, ganadora recientemente del premio a la mejor actriz en el Festival de Málaga. Esa mujer vive en un pueblo pequeño, está separada, conviviendo malamente con un hombre que no la respeta, con una hija a la que ve poco, con un entorno que tampoco le facilita mucho las cosas… Y, sobre todo, es una mujer siempre en precario, trabajando aquí y allá por poco dinero, siempre agobiada, siempre ocupada, siempre malhumorada. Porque la suya, como la de tantas personas, especialmente tantas mujeres, es una vida en la que siempre faltan luz y alegría y sobran miserias.

Autor de varios cortos anteriores a este primer filme, entre ellos, el que, con el mismo título, dio origen al largo ‘Matria’ ahora estrenado, Gago Díaz cuenta a su favor con una actriz estupenda que multiplica el valor de su personaje y que favorece el crecimiento de la película. Tras un comienzo correcto, pero poco sorprendente o novedoso, el cineasta toma las riendas y se afianza en la dirección, llevando ‘Matria’ hasta un final muy bien construido. Una buena e interesante obra de corte dramático y social realizada por un prometedor nuevo director y guionista.