Las ganadoras de los XXII Premios Cálamo proclaman su amor a estos galardones

Brenda Navarro recibe el reconocimiento al Libro del Año por 'Ceniza en la boca'; Pilar Adón vence en la categoría 'Otra Mirada' por 'De bestias y aves', y Sara Mesa logra el Extraordinario por 'La familia' 

Brenda Martínez (izquierda), Pilar Adón (de pie) y Sara Mesa, este viernes, en la librería Cálamo de Zaragoza.
Brenda Martínez (izquierda), Pilar Adón (de pie) y Sara Mesa, este viernes, en la librería Cálamo de Zaragoza.
Francisco Jiménez

La vigesimosegunda edición de los Premios Cálamo ha celebrado su gala de entrega en la tarde de este viernes 24 de febrero. La cita era en el Coso; concretamente, en el salón de actos de la Caja Rural de Aragón. Antes de la entrega, las tres galardonadas de este año (Brenda Navarro, Pilar Adón y Sara Mesa) fueron recibidas en la propia librería Cálamo por Ana Cañellas y Paco Goyanes. El librero explicó brevemente las razones que han conducido a la elección de sus respectivos trabajos como lo mejor de 2022. ‘Ceniza en la boca’, de Navarro, es el Libro del Año para Cálamo; Adón recibe el galardón Otra Mirada por ‘De bestias y aves’, y Mesa es la destinataria del premio Extraordinario por ‘La familia’.

Goyanes estaba nervioso como un chiquillo en el inicio de la presentación, hecho que reconoció con naturalidad y atribuyó a la emoción que le embargaba por estar frente a las homenajeadas. “Esta edición de los premios es muy especial para nosotros, porque se celebra en nuestro aniversario número 40; lo celebraremos con una gran fiesta en octubre. Creo que estos premios traen suerte a quienes los reciben, porque son los primeros del año y muchas veces les llegan en cascada otros después. Las tres ganadoras de este año prestigian los premios, desde luego”.

Hondura y emoción

La madrileña Pilar Adón no ocultaba su felicidad por el reconocimiento. “Es un privilegio estar en la lista de ganadores de Cálamo. Esta novela es muy especial para mí; empecé a escribirla nada más terminar la anterior, ‘Las efímeras’, porque el de la escritura un estado que me da mucha tranquilidad, me encanta estar rodeada de unos personajes y una historia que me esperan. Libro tras libro, también en relato y poesía, hay temas que me atrapan, casi tiran de mí: el encierro, el deseo de estar en otra parte, el aislamiento en casas rodeadas de naturaleza”.

Adón aclaró que “las tramas y las anécdotas varían, claro; los sucesos biográficos propios también influyen en los giros. Esta vez la protagonista es una pintora muy obsesiva con su trabajo que está agotada mentalmente de su vida, hasta que un día deja el móvil en su casa, coge el coche y se pierde; necesita quitarse peso de encima y entender que no necesita controlar todo”.

Brenda Navarro, mexicana, recalcó que “una nunca escribe pensando en los premios y, en mi caso, menos aún con este libro. No sabía si iba a gustar, solo quería contar la historia de mi personaja, de su proceso de migración a España… recuerdo mi propio trance viajero, y que cuando empecé a curiosear acerca de la vida en España la referencia más directa que tenía de Zaragoza era Enrique Bunbury. Años después ye descubierto muchas otras cosas importantes para mí en esta ciudad, empezando por uno de los premios más prestigiosos, otorgado además por las lectoras y los lectores”.

Navarro se enorgullece de su actual estatus en el mundo literario español. “Me encanta abrir puertitas para siguientes colegas latinoamericanos, puertas que Cálamo ha abierto muchas veces a nuestro continente. Para mí, la literatura es una conversación: primero con nosotras, luego con los lectores y finalmente con el mundo; esta novela traía un dolor dentro, y solamente podía expresarlo con el lenguaje”.

Lo que pasa por la cabeza

Sara Mesa, madrileña de nacimiento y sevillana de adopción, se congratuló de compartir aplauso con sus dos colegas y bromeó un poco con Paco al comenzar su alocución. “Me acuerdo de cuando me llamaste para anunciarme el premio y me preguntaste si lo aceptaba. ¡Hombre, claro! ¡Cómo no iba a aceptarlo! Sobre mi libro, soy consciente de que ha generado polémica, pero realmente no sé la razón. Cuando me pongo a escribir lo hago sobre cosas muy normales para mí”.

Mesa insistió en que juzgar las intenciones de alguien que escribe suele ser garantía de error. “No se trataba en absoluto de un ataque a la institución familiar, es simplemente una novela que protagoniza una familia. De hecho, cuando escribo un libro tardo mucho en darme cuenta de sus ‘temas’, no sé si os pasa a vosotras -dijo, y recibió el sí gestual de Adón y Navarro- y mirando ahora en perspectiva, creo que esta vez el tema es la mezcla de la autoridad y los sentimientos entre personas cercanas, que también se vive en otros ámbitos fuera del familiar. Hablo de no tener miedo, de mostrarse tal y como se es, en vez de coartarse por no decepcionar a los demás”.

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