música

Macaco: "Tengo sangre maña y muchas ganas de volver a cantar en las fiestas del Pilar"

Daniel Carbonell, alma y voz, comanda hoy (21.00) a la banda barcelonesa para presentar el disco ‘Vuélame el corazón’ en el Teatro de las Esquinas.

Daniel Carbonell, voz y alma de Macaco.
Daniel Carbonell, voz y alma de Macaco.
Heraldo.es

¿Cómo se siente en el inicio de esta gira en teatros, en espacios más reducidos?

El arranque de la gira en Sevilla fue alucinante, muy emocionante. Esa cercanía hace que aparezcan unos registros y unos juegos que en los festivales no son posibles e influye también en el repertorio, con canciones que el público me pide pero que no suelen tener cabida. En un teatro aparece la magia, se pueden masticar más las palabras, con momentos teatrales, la gente canta, baila… pasan un montón de cosas.

¿Se nota mucho ese cambio de registro en el repertorio?

Por supuesto. Hay canciones que no explotan en el momento en que las lanzas. Con el ‘streaming’ te das cuenta. Suele pasar con temas de narrativa, de letra, no tan ‘fáciles’. Por ejemplo, ‘Coincidir’ está ahora en 290 millones de escuchas y sube un millón cada semana. O ‘Lo quiero todo’, ‘Blue (Diminuto Planeta Azul)’ que grabé con Drexler o ‘La distancia’ que grabé con Rozalén… Ese tipo de canciones cogen otra atmósfera y cuerpo en un teatro. He comprobado que la gente se emociona un montón y pasa por un tiovivo de estados.

Ha citado colaboraciones con Drexler y Rozalén, y en su nuevo disco también le acompañan Estopa, Leiva, Ana Mena... ¿Son estas amistades y encuentros los que hacen que merezca la pena este ‘negocio’?

Totalmente. Construir esos puentes de palabras, como decía Benedetti, y yo añadiría de melodías y ritmos, es todo un lujo. Compartirlo con músicos a los que admiras de ambos lados del charco, muchos de los cuales son amigos, es un regalo. En el nuevo disco me he rodeado de artistas tan maravillosos y especiales como Ximena Sariñana, Valeria Castro, Travis Birds o Ky-Mani Marley, hijo de Bob Marley. Engrandecen las canciones con su talento.

En marzo traslada el ‘tour’ a América Latina (Argentina, Chile, Uruguay...). ¿Es aquel público más fervoroso, más apasionado?

La verdad es que en los festivales tengo un público muy ecléctico, mayoritariamente de 20 a 30 años, que canta todo el repertorio de pe a pa. Y eso me sucede tanto en España como en América. Se vuelven muy locos. Siento en ellos la misma pasión. Es cierto que en Argentina cada segundo es coreado, pero la respuesta en España es también muy poderosa. Me gusta ver los vídeos de las actuaciones que me envían y el cariño de la gente es brutal, muy emotivo. Me considero un privilegiado por tener un público muy lindo.

Habla con pasión de su trabajo 26 años después de comenzar el proyecto de Macaco. ¿Es esta la clave que explica que se mantenga vigente?

La ilusión es fundamental. No me puedo imaginar hacer esto sin ilusión. Hay que tener en cuenta que detrás hay muchísimo trabajo, más de lo que se imagina la gente. Somos artesanos de la guitarra, del ordenador… Son muchas horas de viajes, esperas y entrevistas de aquí para allá. Pero la emoción por componer una canción, por encontrar una melodía y una letra, que es el detonante de todo esto, hace que merezca la pena. Y después están los conciertos, la interacción con otras personas, algo que es único e intransferible. No hay dos directos iguales.

Una artesanía que se nota en detalles como la preciosa portada de su nuevo disco, ‘Vuélame el corazón’.

Lo mimamos un montón. La idea era hacer algo sencillo pero sin caer en la cursilería ya que el disco va de las relaciones en el amor. Tiene un toque daliniano, de realidad mágica, de Tim Burton…

¿Le ha satisfecho el resultado final en lo musical y lírico?

Sinceramente, mucho. Es un disco conceptual con una sonoridad diferente y que habla de las relaciones en el amor. Son diferentes estados que casi todas las personas podemos tener en una relación. Hablo del amor consciente en ‘Quiéreme bien’ con Leiva; del ego en ‘Tirititran’, con Tanxugueiras; del eco de una relación pasada en ‘Un recuerdo’, con Valeria Castro; o el código único entre dos personas que tienes que montar para que funcione una relación en ‘A tu manera’, con Álvaro Soler y Ky-Mani Marley.

¿Qué le supone presentar el álbum en Zaragoza, la tierra de su madre?

Aragón me ha tratado y me sigue tratando de una manera increíble. Existe una conexión muy íntima porque mi madre es aragonesa, por lo que yo tengo sangre maña, de lo que me siento muy orgulloso. Tengo muchas ganas de volver a cantar en las fiestas del Pilar, que hace demasiado tiempo que no lo hago. Conservo recuerdos alucinantes de mis visitas a Aragón.

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