Alfombra roja de los Globos de Oro: cuando el Valentino de la noche lo lleva un hombre

Que sean ellos quienes luzcan los 'looks' más interesantes de las alfombras rojas ya no es novedad. Quizá sí que sea un actor quien aspire al trono de mejor vestido de la ceremonia de 2023.

Es verdad que fue una noche de ausencias, como la de la siempre perfecta Cate Blanchett (que no acudió a recoger su premio por 'Tar'), pero no deja de ser sintomático que en la alfombra roja de los Globos de Oro de 2023 sea un hombre el que más merecidamente pueda ser acreedor del galardón no oficial de la velada: el de mejor vestido. El espectacular traje de Valentino que Eddie Redmayne lució en la ceremonia celebrada esta madrugada en Beverly Hills bien puede aspirar a quedar en los anales del diseño. Un 'total look' negro que resume esa nueva masculinidad que va ganando terreno y que no sabe de códigos antiguos. El actor llevaba un traje, sí, pero cambió la camisa por camiseta sin perder un ápice de elegancia, y, sobre todo, lució una inmensa flor en la solapa que todo apunta a que será muy copiada.

Jenna Ortega, de Gucci.
Jenna Ortega, de Gucci.
Carol Breman /EFE

La estilista Paula Amoretti confirma el sorpaso: "Si tuviera que elegir entre los 'looks' de la noche me quedaría sin duda con los hombres". La zaragozana destaca entre ellos, aparte del de Eddie Redmayne, los trajes de Seth Rogen, con un Dior rosa, o el de Barry Keoghan, con otro terno en azul bebé, que destacaba sobre todo por su original camisa de lazada al cuello. Se vieron también esmóquines más clásicos, como el de uno de los ganadores de la noche: James Allen White, el protagonista de 'The Bear', también de Dior.

Seth Rogen, con un esmoquin rosa, posa con Laura Miller.
Seth Rogen, con un esmoquin rosa, posa con Laura Miller.
Carol Brehman

Pero aunque los hombres dieron una lección de riesgo y elegancia, las actrices no se quedaron atrás. A juicio de Paula Amoretti, "hubo mucho glamur y en general también mucha elegancia". Cree que la pasada madrugada se quiso "recuperar el estilo de los años 20, no solo estéticamente, sino también en espíritu". Amoretti señala la apuesta fuerte por tonos pasteles o tradicionalmente muy femeninos -rosa, azúl bebé, lilas-, pero también por el negro y la pedrería. Señala en este sentido vestidos como el Oscar de la Renta de Jennifer Chastain, con un trazo en forma de tela de araña, uno de los más espectaculares de la noche, o la apuesta por el 'vintage' al recuperarse modelos de décadas pasadas (fue el caso de Laverne Cox, con un Galliano).

En el terreno de la tendencias más rabiosas, que no siempre tienen cabida en las alfombras rojas, Amoretti destaca la del 'cut out', es decir, vestidos con aberturas, sobre todo laterales. Es el caso del Gucci de Jenna Ortega, que la estilista destaca como uno de los mejores de la noche (o por lo menos que mejor funcionaron puestos), o el de Lily James, un Atelier Versace en rojo.

Este año, unas de las curiosidades ha sido la presencia de varias embarazadas, que han salvado con muy buena nota vestirse para una ocasión que no suele tener muy en cuenta estas circunstancias: Claire Danes, de Giambatista Valli; Hillary Swank, de Prada (espera gemelos) o Kaley Cuoco, las tres, con vestidos que llevaban lazos de adorno.

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