La argentina Elda Cerrato gana el Premio Velázquez de las Artes Plásticas 2022

La pintora argentina, que a sus 92 años sigue trabajando, ha recibido este premio como "una sorpresa muy conmovedora".

La pintora argentina Elda Cerrato
La pintora argentina Elda Cerrato
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La artista argentina Elda Cerrato ha sido galardonada este viernes con el Premio Velázquez de las Artes Plásticas 2022, que entrega el Ministerio de Cultura y que reconoce la totalidad de la obra de un artista iberoamericano en el ámbito de las artes plásticas.

El fallo del galardón, dotado con 100.000 euros, reconoce su "amplio y sostenido trabajo artístico experimental, hasta fechas recientes poco reconocido".

"En su obra se entrecruzan territorios aparentemente inconexos: búsquedas espirituales, indagaciones esotéricas, politización radical, capacidad anticipatoria del arte, y una especial llamada de atención sobre la fragilidad de la institucionalidad democrática en América Latina”, señala el fallo del jurado del premio, hecho público este viernes en Madrid.

Además, el jurado subraya que la artista "habla de la memoria en los bordes, para dar cuenta de una trayectoria que se ilumina desde los márgenes de movimientos, instituciones y tendencias artísticas hegemónicas”.

Cerrato (Asti, Italia, 1930) es una artista visual, docente e investigadora que vive y trabaja en Buenos Aires. En su trabajo siempre ha estado presente la memoria personal y colectiva, desarrollado a través de búsquedas por territorios esotéricos, políticos o de reflexión sobre la ausencia y la presencia, según los datos biográficos destacados por el Ministerio.

Junto a su pareja, el músico experimental Luis Zubillaga, integró desde los años cincuenta los primeros grupos del maestro místico Gurdjeff en América Latina y otras búsquedas espirituales y filosóficas alternativas.

En los sesenta estuvo muy cercana a Aldo Pellegrini, Juan Carlos Paz, Oscar Masotta, vinculada al Instituto Di Tella y más tarde al CAYC.

Formó parte, junto a Juan Carlos Romero, de la fundación del SUAP (Sindicato Único de Artistas Plásticos). Vivió en Venezuela en los años sesenta y durante la última dictadura militar argentina. Allí estuvo activamente integrada en el medio cultural de Caracas y, en particular, en el grupo El Techo de la Ballena.

Tras la dictadura, su trabajo hace una llamada de atención a las amenazas que se ciernen sobre la vida democrática, en el continuo contexto de crisis económica política y social que vive Argentina, detalla su perfil biográfico.

En 2015, la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, donde impartía clases, publicó 'La memoria en los bordes', que reúne sus archivos, junto con textos de distintas autoras e investigadoras.

En 2021, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires organizó una exposición antológica de su obra bajo el título 'El día maravilloso de los pueblos'. En la actualidad, trabaja junto a su hijo Luciano Zubillaga, en el proyecto audiovisual 'Family Reunion', que se presentará en el Museo de Arte Moderno de Shanghai y para el que está empleando imágenes de su propia familia.

El jurado ha estado formado por la artista Tania Bruguera Fernández, ganadora del Premio Velázquez 2021; el artista, comisario y profesor universitario Isidro López-Aparicio; el escritor y crítico de arte Juan Manuel Bonet; el director artístico de Tenerife Espacio de las Artes Gilberto González González; la investigadora y presidenta del IAC Marta Pérez Ibáñez, y la catedrática de historia del arte contemporáneo Paula Barreiro López, entre otros expertos.

"Una sorpresa muy conmovedora"

La pintora argentina Elda Cerrato, que a sus 92 años sigue trabajando, ha recibido este premio como "una sorpresa muy conmovedora".

La artista experimental, de pensamiento complejo y lúcido, comenzó estudiando bioquímica. Desde muy pequeña se preguntaba "sobre el misterio de la vida" y quería respuestas, pero pronto se dio cuenta de que allí "no iba a recibirlas" y cambió la ciencia, primero por el dibujo y luego por la pintura, explica en una entrevista con Efe.

"Siempre he tenido cierta facilidad, empatía, con las artes visuales, sobre todo con la pintura. Soy bastante antigua", dice irónicamente.

Esos primeros años, sus obras reflejan su interés por la ciencia con figuras orgánicas, pero también reflejan sus estudios místicos en la 'Escuela del Cuarto Camino' de George Gurdjieff, o sus investigaciones geométricas, que dan lugar a obras más informalistas y abstractas.

Con el paso de los años y su vida en Venezuela, su trabajo comienza a reflejar las tensiones de la región y se convierte en testimonio de la historia del Cono Sur.

Es cuando comienzan a aparecer en sus obras los mapas que retratan países y territorios del continente americano, acompañados por sus habitantes y las tensiones de la región.

La única constante en su valioso legado que ha desarrollado a lo largo de seis décadas es la memoria, individual y colectiva, un tema en el que América Latina y España, dice, cuentan con "muchas similitudes".

La memoria aparece en el trabajo de la artista desde distintas ópticas, bien sea la necesidad de "conservarla" en épocas de conflictos ideológicos, como la de retratar lo que ha desaparecido pero permanece en el tiempo "como si fueran sombras".

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