La Ordenatriz: "El desorden que me pone nerviosa es el que no se soluciona en 15 minutos"

Bego Pérez, madre de siete hijos y famosa por sus consejos para organizar la casa, visita Zaragoza con su libro 'Limpieza, orden y felicidad', en el que da decenas de trucos,

Begoña Pérez, 'la Ordenatriz'.
Begoña Pérez, 'la Ordenatriz'.
Guillermo Mestre

Todo en la vida de Bego Pérez es numeroso. Su familia -tiene 7 hijos- y los seguidores de su cuenta de Instagram, en la que acumula casi 800.000 seguidores. Lo ha hecho convertida en la Ordenatriz, una experta en limpieza y orden en el hogar que da consejos practiquísimos tanto para la rutina diaria como para esos momentos de crisis cuando, por ejemplo, se nos mancha nuestra blusa preferida. Precisamente, cómo eliminar lamparones de todo tipo es una de sus especialidades aunque, más allá de lo puramente práctico, comparte también reflexiones que ayudan a gestionar mentalmente cuestiones mucho más profundas en torno a la intendencia doméstica, un aspecto que tiene mucho más que ver con lo emocional de lo que parece. Todo ello se refleja en el libro 'Limpieza, orden y felicidad', que esta semana se ha presentado en Zaragoza.

¿Dónde sitúa usted esa fina línea entre ser limpio y ordenado y obsesionarse?

Creo que tenemos vida mas allá de la casa y de la limpieza y el orden. Hay que recalcar que muchas veces no caemos en el uso que tienen las cosas, que las casas están para nuestro uso y disfrute y si te empiezas a poner de los nervios porque se mancha y desordena tenemos que darle una vuelta mental a ese asunto.

Tener la casa limpia es una tarea de Sísifo.

La casa es infinita porque necesitamos todo el rato usarla. Hay que comer, jugar, ponernos la ropa, ducharnos... Pero no vas a dejar de hacerlo porque ensucias.

Su línea roja en cuanto al orden y la limpieza en casa cuál es entonces.

Cuando veo que hay acumule y digo: esto no se quita en 15 minutos, para esto ya necesitamos dos horitas por lo menos. Por eso mismo es algo que hay que trabajarlo antes. El uso y disfrute desordena y mancha menos si lo tenemos organizado.

¿Ejemplos?

Mi cocina por la mañana está limpia, pero desayunamos 9. Solo con el desayuno parece que ha pasado Atila. Pero como lo tengo organizado, sé que enseguida va todo al lugar que tengo dispuesto, para que no se acumule el desastre. Y ahí nos hacen mucho bien las rutinas, que deben estar establecidas. Por ejemplo, en mi caso no pasa un minuto sin limpiar la cafetera, porque si no después da mucha más pereza. Y será más difícil limpiarla.

¿Cree que el gusto por el orden y la limpieza llega también con la edad?

Con la edad vamos avanzando, no necesito las mismas cosas a los 20 y a los 40. Y no me pone nerviosa lo mismo. Es un proceso. Pero en general a la gente le gusta tener su casa y su zona de trabajo ordenadas porque así parece que están limpias. Pero si está desordenadas seguro que están sucias. Y además dificultan mucho el orden mental.

¿El orden enmascara la suciedad?

Sí, totalmente, pero sobre todo lo que hace es facilitar las tareas de limpieza. Porque vamos más rápidos. Y eso es lo que he intentado con el libro: enseñar a ser más eficientes

A veces hacemos mucho esfuerzo pero limpiamos mal.

Hay que tener paciencia. Porque si invertimos un minuto más de lo que pensamos en hacer bien una tarea, luego ahorramos diez. Por ejemplo, si aprendemos a separar bien la ropa y a ponerla bien en la lavadora, ahorraremos tiempo y esfuerzos. También es fundamental saber utilizar los productos de limpieza, sacarles todo el partido.

Se habla mucho de los productos milagro en el mundo de la cosmética, pero el de la limpieza no le va a la zaga.

Hay cosas muy polivalentes pero hemos de saber de dónde viene la mancha: no es lo mismo una de grasa que una de pintura. No es lo mismo hacer esperar una mancha que actuar en el momento. Algo tan sencillo como unos polvos de talco aplicados al momento harán que no haya ni que lavar una prenda.

Usted recurre a productos muy curiosos. ¿Cuáles se han vuelto imprescindibles para usted?

Los polvos de talco o la laca como quitamanchas; el percarbonato (quita olores, blanquea la ropa), el bicarbonato y vinagre... Pero lo más importante es que todo lo que tengamos en casa lo usemos y sepamos cómo. Por eso combino cosas o fórmulas caseras como el bicarbonato con otras comerciales.

¿Qué opina la Ordinatriz, por ejemplo, de la Roomba?

Que es maravillosa. Todo lo que pueda trabajar por nosotros, adelante y me parece una inversión. Pero la Roomba está para lo que está. Te hace el apaño durante la semana, pero hay que tener otra aspiradora más potente.

Vamos, que al final el frotar no se va a acabar.

Claro, es que eso está dentro de la filosofía que te decía del uso y disfrute. Si estamos en casa y la usamos, siempre habrá que estar limpiando. Pero lo importante es no dejar que se acumule el desorden y la suciedad porque se nos hará menos pesado.

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