Por
  • Enrique Abenia

Una maldición que sorprende

Imagen de la aterradora 'Smile'.
Imagen de la aterradora 'Smile'.
HA

Casi todo tiene su otro lado, su oscuridad, alteración siniestra a la que enfrenta el cine de terror. Ahí están por ejemplo las sonrisas que inquietan y perturban, imagen que ‘Smile’ amplifica con notable efectividad en términos de horror y resonancias internas en su representación de la amenaza que acecha. La película parte de la clásica premisa de la maldición que salta de una persona a otra, cadena de muertes que afecta sucesivamente al que se convierte en testigo del impactante y extraño suicidio de la víctima anterior, adversidad en la que cae una terapeuta que ayuda a pacientes con graves trastornos psiquiátricos. Su estructura y su dinámica desprenden interés a la vez que reflejan que se adscriben a lo reconocible y convencional, de manera que lo que hace al filme especial, más atrayente, es el trabajo del director Parker Finn, en un debut que bien puede calificarse de sorpresa.

'SMILE' ***
Dirección y guión:Parker Finn.
Fotografía:Charlie Sarroff.
Intérpretes:Sosie Bacon, Kyle Gallner, Jessie T. Usher, Caitlin Stasey, Kal Penn.

Su inspirada labor, manifestada en el planteamiento escénico y en el tratamiento, y el más que acertado uso del sonido favorecen que el aprecio por lo plasmado se acompañe de escalofríos, momentos de bajar la vista y algún que otro sobresalto. La experiencia y la potencia de la iconografía (atención a cómo se despliega en el destacado tramo final, con ecos de los horrores visuales de Junji Ito) propician que se trate de un título de los que el aficionado recuerda.

Entre los alicientes también aparece la descripción del ‘shock’ y de la inmersión en los miedos y la desesperación de la protagonista, interpretada por Sosie Bacon (la hija de Kevin Bacon y Kyra Sedgwick). El tema se complementa con apuntes acerca de la incomprensión respecto a los problemas mentales. En el marco de su angustia se muestra el proceso de investigación y de búsqueda de un modo de huir de la fatalidad así como se incide en el pasado traumático que arrastra. La habitual cuestión de que el mal se alimenta del sufrimiento reviste sugerencia.

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