ocio y naturaleza

Cinco planes para disfrutar del entorno de Lanuza (entre concierto y concierto de Pirineos Sur)

De noche, la música es el mejor entretenimiento. De día, el valle de Tena ofrece patrimonio, aventura y mucha naturaleza.

Embalse de Lanuza.
El pueblo de Lanuza.
Laura Uranga

Tan solo quedan unos días para que de comienzo Pirineos Sur, el XXIX Festival de las Culturas que se celebra en el embalse de Lanuza, un entorno único junto al municipio de Sallent de Gállego. Desde el 15 de julio y hasta el próximo 6 de agosto, el escenario flotante de Lanuza ofrecerá al visitante una oferta musical de lo más variada, con artistas de todos los géneros y estilos, como Robe Iniesta, Crystal Fighters, Estopa, Rozalén, Residente o Ara Malikian, Maruja Limón o La M.O.D.A, entre muchos otros.

Además de los conciertos, este enclave privilegiado, en medio de la naturaleza, ofrece multitud de planes para conocer y disfrutar del Pirineo aragonés, desde deportes acuáticos en el mismo pantano de Lanuza a grandes rutas senderistas para contemplar las montañas en todo su esplendor. Aquí van algunas sugerencias: 

  1. Descubrir un ibón del Pirineo. Desde el embalse de la Sarra, en Sallent, parte una ruta de unas cuatro horas (ida y vuelta) para conocer él Ibonciecho, un pequeño ibón enclavado en el valle de Tena y contemplar, en el trayecto, los grandes picos que rodean el valle. Un poco más largo resulta el camino hasta el ibón de Respomuso, que transcurre paralelo al río Aguas Limpias y en cuyo ascenso se contemplan los torrentes y cascadas del Garmo Negro y Arriel, entre otros parajes naturales. 
  2. Unas vistas privilegiadas. El Pico Pacino es uno de los mejores miradores del Valle de Tena. Una ruta de no más de 10 kilómetros y unas cuatro horas de duración, que parte de la pista junto a la A136, pasado el desvío a Sallent de Gállego. En el ascenso se atraviesa la Selva de Sallent, y una vez arriba no solo hay unas vistas privilegiadas del municipio y del embalse, sino de las grandes cimas del valle, como el Midi d'Ossau, el Arriel, el Formigal o los Infiernos. 
  3. Turismo activo. Diversas empresas de deporte y aventura ofrecen barrancos, vías ferratas y travesías por el entorno, además de los deportes acuáticos que se pueden realizar en el embalse de Lanuza, como piragüa, padel surf o windsurf. También se pueden alquilar hidropedales para un paseo tranquilo por el embalse. 
  4. De relax. Entre concierto y concierto nada mejor que una jornada de descanso en la que recuperar cuerpo y mente en el Balneario de Panticosa, cuyas aguas emergen a 53 grados. Aunque no se esté alojado, se puede disfrutar de planes de día que incluyen acceso al balneario, un masaje o tratamiento y comida incluida.
  5.  Patrimonio. Además de disfrutar de la arquitectura típica que caracteriza a Sallent, Lanuza y a todos los pueblos del entorno, con sus tejados negros y paredes de piedra, a tan solo media hora en coche se encuentra el Centro de Interpretación de las Iglesias de Serrablo, donde se encuentra toda la información para descubrir de estas construcciones de origen románico. 
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