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Camilo: "No creo que mi música sea más digna o mejor que otra"

El artista colombiano regresa este jueves a Zaragoza (21.00), esta vez sin las restricciones sanitarias, con la gira ‘De adentro pa afuera’, en la que vuelve a reunir a miles de seguidores de su optimista y pegadizo ritmo latino.

Camilo regresa a Zaragoza dentro de su gira 'De adentro pafuera'.
Camilo regresa a Zaragoza dentro de su gira 'De adentro pafuera'.
Enrique Cidoncha

Emprende una nueva gira. Si hacemos caso a su último sencillo, ¿podrá estar ‘Pegao’ a su hija recién nacida?

Voy a estar muy pegado a ella, viaja con nosotros. Casi toda la gira esta planeada para poder disfrutar esa cercanía, que es mi prioridad.

Con el padre y la madre cantantes, escuchará mucha música.

Todo el día escuchamos música con ella, Evaluna –su mujer– y yo tenemos gustos bien diferentes. Le ponemos de todo, está escuchando una gama de cosas rarísimas. No sé si será artista, pero sí amante de la diversidad musical.

¿Qué escuchaba usted de pequeño?

Lo que escuchaban mis padres. Descubrí en mi casa una caja de casetes y vinilos y empecé con todo el folclore latinoamericano, la música argentina, Charly García, Mercedes Sosa, la cumbia colombiana... pero también rock, Led Zeppelin, Pink Floyd...

¿Algo de este lado del Atlántico?

Muchos casetes no tenían nombre, porque se iban robando de la radio. Había uno de Paco de Lucía, que yo no sabía de quién era hasta que fui creciendo y lo descubrí. También me gustaba mucho Joan Manuel Serrat, todavía lo escucho.

¿Quién le enseño a tocar?

En mi casa había una guitarra y la empece a tocar por intuición, por buscarle sonoridad. Le faltaban dos cuerdas, la primera y la última, me inventaba acordes y ponía canciones. La afinaba como podía, porque nadie era músico en mi casa.

Sus letras salen ‘De Adentro Pa Afuera’, de sus experiencias, y todas parecen buscar un mundo mejor.

Creo en el poder transformador de la música, tiene un impacto muy importante en el imaginario de las personas. El amor es una revolución muy poderosa, y mis canciones están mojadas de eso, y de honestidad. Lo hago por necesidad personal de querer transmitir lo que estoy sintiendo, de adentro ‘pafuera’. Como se suele decir, los árboles no dan frutos para sí mismos, y todo lo que es valioso merece ser sacado.

Es un artista nacido de la pandemia. ¿Ha cambiado esta crisis las prioridades de su generación?

De los momentos más difíciles se destilan las cosas más preciadas. Esta pandemia fue un reto para todos, un momento de mucha frustración y mucha energía pesadísima. En mi caso no fue la excepción, me transformó muchísimo, y a nuestra generación también. Las necesidades, las ambiciones, el ritmo de las cosas, la percepción de la realidad. No estoy agradecido de la pandemia pero sí del aprendizaje.

En medio de tanto ruido y de mensajes grotescos, incluso machistas, no le será fácil hacerse oír en la música actual.

Ruido siempre ha habido. No creo que mi música sea más digna o mejor que otra porque hable de lo que hablo. Lo que más agradezco es poder ser honesto con lo que siento. Por supuesto que habrá gente a la que no le gustará. Pero es fruto de mi honestidad. No creo que las canciones se tengan que parecer a las mías. En el cine hay muchos géneros y no todas las películas son apropiadas para tu hija de 6 años. Agradezco que haya espacio para todos esos libros, historias y maneras de amar. Tiene que haber lugar para todos.

Sus letras, y las de muchas estrellas de su generación, da igual cuál sea su estilo, siguen teniendo muy presente la religión. ¿Qué papel tiene en su obra?

Todo es espiritual. Aquello que es valioso en ti no tiene que ver con el carro o con la casa o con lo que tienes en el banco, sino con aquello que no cabe en las palabras. Necesito de la poesía para explicar lo que más me gusta de mi niña o de mi esposa. Y eso tiene una colindancia con lo espiritual, es tan viejo como el hombre. A la hora de aproximarme a lo sagrado me dejo llevar por mi intuición y mi inspiración, que son lenguajes del espíritu. Mi vida entera es un ejercicio de vaciarme de mi mismo para que eso innombrable escriba a través de mí.

Su primera gira fue en España y estuvo marcada por las restricciones sanitarias. ¿Qué espera de esta segunda, ya normalizada?

España me dio la novedad de ese primer encuentro con la gente al otro lado de las canciones. Después de lo gratificante e intenso que fue, se hacía difícil poner a jugar a la mente para ver cómo puede ser el segundo tour. Las cifras ya me vuelven loco. El año pasado fue el tour más exitoso de un artista internacional en España, con 90.000 entradas. Ahora ya van 200.000. Eso me genera mucha curiosidad. Amo la producción que tenemos. La idea es seguir disfrutando de lo que viene.

De hecho, el primer concierto de aquella gira fue en Zaragoza.

Cuando me hablaban de que el concierto sería con máscara y sentado me asustaba. En Zaragoza, y luego en toda España,la gente se hizo sentir más alla de las limitaciones. Lo mío era un profundo agradecimiento de poder armar las normativas para poder encontrarnos a celebrar, fuera como fuera. Ahora me emociona volvernos a ver.

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