Cuando en la tarde del viernes 11 de junio de 2004 la compañía catalana Cobosmika ejecutó una de sus coreografías en la plaza de España de Zaragoza como inauguración de la primera edición del festival Trayectos, poco podían imaginar sus creadores que, casi dos décadas después, el proyecto se mantendría tan vigoroso. Ni sucesivas crisis económicas ni una pandemia mundial lo han hecho descarrilar.

Lo que nació como un intento de trasplantar la danza contemporánea a escenarios urbanos poco convencionales, se ha erigido en una parada obligatoria en la agenda cultural zaragozana y en un referente tanto a nivel nacional como internacional.

En la antesala de alcanzar su vigésima edición en 2023, del 23 al 26 de junio se escribirá el decimonoveno capítulo de esta historia de amor entre la capital aragonesa y la danza. La programación, que se desarrollará en siete ubicaciones diferentes (el Museo de Zaragoza, los parques José Antonio Labordeta y Torre Ramona, el Centro Cívico Salvador Allende, Etopia y las plazas de San Bruno y del Justicia), abarca 14 propuestas que incluyen cinco procedentes del extranjero: dos mexicanas y tres italianas.

"En todo este tiempo hemos conseguido que Zaragoza sea un escenario orgánico y natural, que los bailarines se apropien de espacios nada habituales en su trabajo diario, con sus singularidades físicas, para que se produzca un cambio de mirada hacia la danza contemporánea", ha sintetizado este martes Nati Buil, directora de Trayectos, en la presentación que ha tenido lugar en el Ayuntamiento y que contó con la vicealcaldesa Sara Fernández.

Vuelta a la normalidad

La gran novedad es que, tras dos años condicionados por el coronavirus, el festival retoma su pleno funcionamiento, sin ningún tipo de restricción. "Recuperamos los paseos y hay sitios que no habíamos visitado todavía que le darán contexto a las piezas", ha celebrado Buil.

El día 23 el Centro de Arte y Tecnoclogía Etopia será el centro neurálgico con la presentación de los frutos de las residencias artísticas de los artistas aragoneses José Inerzia, Nanuk, María Ganzaraín y Yeiner Chicas, del madrileño Arnau Pérez, de los italianos Elisa Sbaragli y Lorenzo Morandini y de los mexicanos Carla Segovia, Guillermo Aguilar, Fabry Páez y Tania Covarrubias.

El día siguiente la acción se trasladará al Museo de Zaragoza con Daniel Abreu, premio Nacional de Danza en 2014, el italiano Pablo Girolami, la formación valenciana Eyas Dance Project y la catalana Lookatthingsdifferent.

El sábado, en el Parque Grande, el menú consta de la compañía canaria Natalia Medina, el colectivo catalán Lamajara, el combo navarro-aragonés Qabalum y se rescatará la tradicional verbena en la pista de patinaje.

Para el cierre del domingo se ha concentrado el grueso de la programación, con siete propuestas esparcidas por la ciudad. En la sesión matutina, la alineación la componen Ma-Jo y Melisa Calero (Centro Cívico Salvador Allende) y Lamajara repetirá, esta vez en el parque Torre Ramona.

En horario vespertino, en la plaza de San Bruno se servirá una doble ración de talento autóctono. Ana Cotoré estrenará su obra ‘Stage diving’ y el grupo Los Días de Penélope, formado por Ingrid Magrinyà, Ariadna Llussà y Antonio Ayesta, acometerá ‘Quisiera haber podido morir en tus brazos’. En la plaza del Justicia actuarán la gallega Elvi Balboa y el catalán ángel Durán.

Otra de las marcas de la casa del festival son las actividades paralelas, como los talleres de formación que impartirán Daniel Abreu, el Colectivo Lamajara y Elvi Balboa entre el 22 y el 25 para estudiantes, profesionales y jóvenes creadores, cuyas inscripciones están disponibles en la web de Trayectos.