Ni los 33 grados que marcaba el termómetro ni la aparente intrascendencia de una tarde de martes laborable restaron vigor a una Feria del Libro que ha encontrado en el Parque Grande José Antonio Labordeta una ubicación a tener en cuenta. Un público constante –aunque lógicamente mucho menos numeroso que el del fin de semana inaugural– y con especial protagonismo de niños y adolescentes recorrió las casetas en busca de libros con los que volver a casa.

"El cambio de emplazamiento está siendo fenomenal, genial. Si el sábado y el domingo fueron espectaculares, las tardes de entre semana también están atrayendo a mucha gente, creo que más que cuando estábamos en la plaza del Pilar. Y, aunque hace calor, todos estamos a la sombra", sintetizaba Esperanza Álvarez en nombre de la editorial Xórdica.

Un entusiasmo que compartía su colega Alfonso Castán, de Contraseña. "Estamos muy contentos. Aunque los días de entre semana son siempre más flojos que los del fin de semana, estamos recibiendo a mucha gente interesada en los libros. Este parque es un sitio muy adecuado para la feria", aseveró.

La decidida –y publicitada– apuesta de la organización por abrir las puertas de par en par al público familiar, algo que incluye la ‘captación’ de los más pequeños, está dando el resultado anhelado. Este mismo martes, las visitas a los puestos especializados en publicaciones infantiles y juveniles eran incesantes. Como en la editorial Hola Monstruo, cuya vendedora se empleaba con diligencia representando literalmente páginas de libros a sus pequeños compradores. Una estampa que se repetía en las editoriales Cosquillas o Sin Cabeza, o en Mil Comics.

Rimas afiladas

Para alimentar y convencer todavía más a este prometedor ‘nuevo’ público, a las 20.00, en el Quiosco de la Música comparecieron los cinco raperos que integran el grupo Batallas del Parque (BPZ). Akar, Ander, Mera, Harko y Zayco son estos zaragozanos de entre 21 y 22 años que tiraron de audacia y agilidad mental para interactuar con una audiencia a la que fueron ganándose con su desparpajo. Desarrollaron siete juegos en los que, con la ayuda de los asistentes, exhibieron su capacidad de improvisación disparando rimas a partir de elementos facilitados por diversas personas presentes.

"Este ‘show’ no se ha hecho nunca. Llevamos el ‘freestyle’ a otro contexto, a que sea interactivo. Lo esencial es que la gente se lo pase bien. Para nosotros rapear es pasión", reveló Zayco.

La acción regresará este miércoles de nuevo al Parque Grande de 18.00 a 21.30 con cuentacuentos, con un taller de ilustración, con firmas y con un homenaje a la poeta y editora Rada Panchovska.