La Plazuela: neoflamenco desde el Albaicín
Una de las peculiaridades de los ciclos Bombo y Platillo es que el espectador puede acudir sin haber escuchado previamente al artista programado con la certeza de que se va a topar con una propuesta interesante, novedosa o ambas cosas: así ocurrió una vez más en la tarde dominical con la formación granadina La Plazuela, totalmente desconocida para no pocos de los presentes, y que dejó la grata sensación de estar ante una de las revelaciones más prometedoras aparecidas en el panorama nacional en los últimos tiempos.
Viniendo de donde vienen, no es de extrañar que las raíces flamencas estén muy presentes en la música de La Plazuela, dúo integrado por los veinteañeros Manuel Hidalgo Sierra (voz y guitarras) y Luis Abril Martín (voz, teclados, electrónica), en directo respaldados por guitarra flamenca, bajo y batería. Hasta la fecha solo han publicado un EP y varios singles, pero tras verles en directo ya se puede aventurar que esta muchachada va a dar que hablar y no tardará mucho en alcanzar reconocimiento general.
Comenzaron la actuación invocando el espíritu del gran Enrique Morente con ‘Sembré una esperanza’, para luego ir desgranando una serie de piezas que se mueven con notable desparpajo callejero entre aromas aflamencados y rock andaluz, coplas populares (‘Mi Tarara’) y toques hip-hop, pinceladas nu-soul y electrónica makinera, guitarras flamencas y eléctricas, bases programadas y samplers. Las voces de Manuel y Luis aportan contraste vocal y la base rítmica camina con buen pulso.
Canciones como ‘Campanas del olvido’, ‘Perico el de La Tomasa’, ‘Placeta de la charca’ o ‘Tangos de Copera’ poseen chispa y originalidad, y a La Plazuela solo le falta terminar de cuajar de manera redonda todos los ingredientes de su puchero granaíno.
