Más allá de la cafetera: "El humor de 'Camera Café' ha envejecido bien"

Ernesto Sevilla, Arturo Valls y Joaquín Reyes han participado en el ciclo de 'La buena estrella' de la Universidad de Zaragoza con la película basada en la serie de televisión.

Arturo Valls prefiere café solo, pero con compañía. Ernesto Sevilla también lo toma solo, en su caso sin azúcar. Mientras que Joaquín Reyes es más 'ristretto'. Durante el rodaje de la película 'Camera Café' tomaron mucha cafeína. Lo han desvelado en la nueva sesión del ciclo ‘La buena estrella’ de la Universidad de Zaragoza este miércoles.

Estos "tres grandes del humor de España de las últimas décadas", como los definió Luis Alegre, anfitrión de la tarde, han regresado a esa serie de la primera década del siglo XXI que tantos espectadores arrimó a la televisión cada noche.

La estética se ha mantenido idéntica en gran producción, como los personajes y la trama, que se han conservado en una especie cápsula del tiempo. Sin embargo, la cámara ha saltado de la cafetera y consigue una nueva dimensión de la historia. Así, lo que se contaba a través de la angular y en boca de los pintorescos trabajadores de la oficina, ahora cobra acción y se representa. "Es una comedia de acción y aventuras", la ha calificado Sevilla, para quien este filme es su ópera prima.

"Ha sido menos sorprendente el reencuentro con los actores que con los personajes"
Los artistas presentaron este miércoles la película 'Camera Café'.

El elenco ha vivido el rodaje como una "reunión de antiguos alumnos", ha asegurado Valls, a quién la película le hace especial ilusión. "Ha sido menos sorprendente el reencuentro con los actores que con los personajes. Con los compañeros te vas viendo, mantienes relación, los ves en las redes sociales... pero lo flipante fue volver a reencontrarte con los personajes. En mi caso, engominarte el pelo, ponerme la esclava de oro... Con cuatro complementos fue como darles vida", ha confesado Arturo Valls, que regresó a la piel de Jesús Quesada.

Durante el confinamiento de la primavera de 2020 organizaron una videollamada, que se hizo viral, pero ese no fue el detonante, sino que surgió hace un lustro, no obstante ese encuentro a través de las pantallas afianzo que el público mantenía el cariño por ‘Camera Café’. "Era un proyecto que tenía muchos retos, había que cambiar el formato, que no era una cámara fija, había que decidir qué contar...", ha recordado Reyes sobre la adaptación, que está repleta de guiños a grandes del cine.

Niños que eran muy pequeños -o que incluso no había nacido- cuando la emisión, se sientan en las butacas ahora con sus padres y abuelos, que ya eran seguidores de la serie, como los cientos de personas que han acudido a la cita en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza. "Nos decían mucho que los pequeños se enganchaban a la imagen, aunque no entendiesen los guiones y la broma, pero sí que se quedaban con esa especie de cómic", ha reconocido Valls. En este sentido, Reyes ha defendido que querían hacer un filme tanto para los seguidores de antes como para personas que no lo habían visto antes.

Los tres humoristas han aplaudido los guiones de la serie original, que bebían del neorrealismo italiano. "El humor ha envejecido muy bien", ha coincidido este trío. Con este trabajo se han transformado, por ejemplo, los clichés de algunos personajes en consecuencias de antes. "Lo que hacemos es no subrayar la parte que no nos apetece, que nos da pereza y nos quedamos con la parte de caricatura, de pícaro, de vago o de inmaduro de algunos personajes, como Jesús Quesada", ha explicado Valls.

A pesar de que en el filme cuenten más de la historia, hay un secreto que se mantiene: ¿a qué se dedicaban en esa oficina?

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