Marisol Aznar: "Toda la vida he sido una payasa"

Creadora, guionista, cantante y actriz. Ha trabajado en numerosas compañías teatrales y en diversas series y películas. El programa 'Oregón TV' de la televisión autonómica le ha concedido una gran popularidad. Se trata de una de las grandes figuras del humor en España.

Marisol Aznar, en su casa de Zaragoza
Marisol Aznar, en su casa de Zaragoza
M. A.

¿Recuerda su infancia como una época feliz?

Bastante feliz, me recuerdo jugando en la calle, cantando en casa con mis hermanas y mi padre a la guitarra. Tuve una infancia bonita y libre.

¿Qué le hizo reír por primera vez?

Los tebeos de Mortadelo y Filemón.

¿Qué era en el patio del colegio?

La graciosa, sin duda, toda la vida he sido payasa, es así.

¿Algún castigo que le dejara huella?

Iba a un colegio de monjas solo de chicas, pero en parvulitos había clase de chicos. Tenía una profesora que, si hacías borrones, abría el cuaderno, te lo colgaba con una horquilla del pelo por la página con borrones y te hacía desfilar por la clase de los chicos con el cuaderno como un sombrero para que se rieran y burlaran de ti. Era humillante y realmente cruel. Nunca he olvidado ese paseíllo.

"Era religiosa por imposición, iba a un colegio de monjas así que... a comulgar, a confesarte, a rezar..."

¿Qué es lo que más le gustaba hacer cuando no estudiaba?

Bajar a jugar a la calle, era una perra callejera, ja ja ja.

¿Cuál fue la calle de su infancia?

La calle Jesús de Zaragoza, allí eché horas sin talento, jugando a la goma, a polis y a cacos, noches de verano y madres que se asomaban a los balcones a las nueve de la noche gritando: «A cenaaaar».

¿Qué es lo que más y lo que menos le gustaba de Zaragoza?

Lo que más me gustaba era vivir en un barrio donde podía jugar en las calles. Lo que menos, el cierzo y la niebla, es que mi cole estaba al otro lado del Ebro y había que cruzar el puente cuatro veces al día y eso... es durillo.

¿Qué episodio vuelve con más frecuencia a su memoria?

Las Nocheviejas en mi casa. Mi padre subía por todos los pisos tocando la guitarra, los vecinos nos abrían y entrábamos en sus casas cantando. Mucha juerga y mucha música.

¿Echa de menos haber hecho algo en su infancia?

No haber aprendido a tocar la guitarra con mi padre, lo tenía tan fácil que no lo aproveché.

¿Qué imagen tenía de Felipe González?

En casa era la imagen de un nuevo tiempo de oportunidades, de igualdad, de cambio, era la imagen de la ilusión y la esperanza. Igualico que ahora...

"Gané mi primer dinero repartiendo publicidad de una editorial en las puertas de los coles. Hacía tanto frío que se me dormían las manos y me hice un montón de rajas con el papel"

¿Era religiosa?

Era religiosa por imposición, iba a un colegio de monjas así que... a comulgar, a confesarte, a rezar... Y, en un momento dado, a querer ser misionera en un subidón de misticismo y entrega que nos entraba a todas cuando nos ponían filminas de niños negritos felizmente salvados por la Iglesia.

¿Le hizo sufrir el sentido del pecado?

Mucho, la culpa es una carga que la religión y la sociedad nos incrustó en el ADN, sobre todo a las mujeres, y que lucho por quitarme de encima aun hoy.

¿Vivió algún episodio que retrate el clima moral de la época?

Recuerdo muchos episodios de acoso a las mujeres (hombres que nos seguían, tocamientos, abusos...) que se vivían con mucha normalidad y aceptación.

¿Influía en su conducta el peso del ‘qué dirán’?

Mucho, era una de las coletillas preferidas de mi madre: «No hagas esto porque a ver qué va a decir la gente».

¿Cuál fue su primer contacto con la muerte?

La muerte de mi abuela Valentina. Era muy pequeña, me decían que se había ido al cielo y yo no entendía por qué se había dejado el bastón en casa, me preocupaba porque sin bastón andaba fatal.

¿Cómo ganó su primer dinero?

Repartiendo publicidad de una editorial en las puertas de los coles. Hacía tanto frío que se me dormían las manos y me hice un montón de rajas con el papel. Cuando volví a casa y entré en calor... ¡Qué dolor! ¡Con lo que duelen las rajas de papel! Pero gané 5.000 pesetas y me pareció la leche.

"Me flipaba Katharine Hepburn. Y Paul Newman, el hombre más guapo del universo, lo llevaba decorando mi carpeta al instituto"

¿Alguna locura que le apetezca recordar?

Veraneba en Ambel y un año se nos ocurrió jugar a astronautas por los tejados; íbamos clavando banderas en los tejados recién conquistados (algunos derruidos), un pequeño paso para el hombre... y una bronca de campeonato que nos jamamos, pero qué bien lo pasamos.

¿Cuál fue la primera estrella de cine que le fascinó?

Me flipaba Katharine Hepburn. Y Paul Newman, el hombre más guapo del universo, lo llevaba decorando mi carpeta al instituto.

¿Y la primera persona que, en la vida real, le provocó una emoción inolvidable?

Pues mira, parecerá que barro para casa, pero recuerdo con mucha emoción a José Antonio Labordeta, que vino a Ambel un verano a actuar y a mí me pareció la leche verle ahí, en persona actuando

¿Cuál fue la primera canción que memorizó?

Memorizo todas las canciones, es un don, no lo puedo evitar, pero así, la primera... igual «Tres hojitas madre tiene el arbolé, Inés, Inesita, Inés». Mi hija mayor se llama Inés, igual de ahí viene.

¿Qué libros o películas le deslumbraron?

Un libro, ‘Sinuhé el egipcio’; una película, ‘Cyrano de Bergerac’.

"Mis amigos fueron, y siguen siendo, mis compañeros del grupo de teatro del instituto de la Magdalena"

¿Qué personalidad le marcó de una manera poderosa?

Los payasos de la tele.

¿Quiénes fueron sus grandes amistades?

Mis amigos fueron, y siguen siendo, mis compañeros del grupo de teatro del instituto de la Magdalena; luego seguimos juntos en la universidad y fundamos el grupo de teatro Hécate. También encontré grandes amigos en la Escuela de Teatro que siguen siendo mis compañeros y amigos en Oregón TV.

De todo lo que le enseñaron sus padres, ¿qué es lo que caló en usted con más fuerza?

De mi madre, la generosidad y de mi padre, por supuesto, el sentido del humor.

¿En qué momento pensó a qué dedicar su vida?

Es que creo que nunca lo pensé, fui probando y di con lo que me gustaba. Tengo la inmensa suerte de poder vivir de ello.

¿Qué estudió y por qué?

Historia del arte porque amo el arte en todas sus manifestaciones y me pareció una carrera muy bella; arte dramático porque, claro, la cabra tira al monte.

Si pudiera viajar en el tiempo y regresar a sus primeros años durante un día, ¿a qué día volvería?

A cualquier noche de verano de cuando era niña, sin preocupaciones, sin facturas y sin penas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión