A lo que enfrenta la vejez

Se diga o no, la muerte, ya sea la propia o la de los familiares más queridos, constituye el miedo más profundo. La autodefensa la convierte en un tabú mental (se prefiere no pensar en que llegará) y por ello, porque es cuando empieza a asomar, incomoda tanto la vejez. Paco Plaza, codirector de ‘[REC]’ y autor de la meritoria ‘Verónica’, canaliza todo ese cúmulo de sentimientos a los que enfrenta la última etapa, y lo vertebra desde la exposición de las implicaciones de hacerse cargo de una persona dependiente y de la impresión de ver de cerca lo doloroso y tétrico del deterioro, la decrepitud y la ausencia. Su fuerte resonancia como representación refleja el terror que depara la vida, base de la que surge el fantástico. La película, estupenda por lo que describe y por el recordatorio con el que golpea, constata el crecimiento continuo de Plaza como cineasta, inspiradísimo en el tratamiento, en la elegancia de la crudeza y en su estudiada composición escénica (los detalles que regala la plasmación).

El filme, con guión de Carlos Vermut, muestra el regreso de una joven modelo a Madrid para cuidar de su abuela, la única familia que tuvo, situación de obligación y tristeza a la que se añade el pesar por la oportunidad que se le ha escapado en París por haber vuelto. Plaza transmite su inmersión emocional, su temor conforme detecta hechos desconcertantes y cómo acaba sintiéndose atrapada, marco en el que no pasa desapercibida la alusión a lo turbio que se reprime en la niñez (ese cumpleaños).

De modo abierto, la historia deja entrever el giro que se va a producir. La falta de sorpresa no condiciona porque el interés radica en la carga ambiental y en cómo se articulan la tensión y los momentos clave, potentes y que generan aprecio. Lo sugerido respecto a lo oscuro remite a lo que se añora y se desea recuperar y conecta con la cuestión de la juventud como contraste y con las referencias a lo corporal.