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Los Saboya exigen a Italia la devolución de sus joyas
La antigua familia real presentará una demanda para recuperar un tesoro de 6.732 brillantes y unas 2.000 perlas.
Mientras los italianos siguen las infructuosas votaciones en el Parlamento de Roma para decidir quién será el próximo inquilino del Palacio del Quirinal, donde tiene su sede la presidencia de la República, los antiguos ocupantes de este majestuoso edificio, los Saboya, la antigua familia real, van a llevar al Estado a los tribunales para intentar recuperar sus joyas.
Se trata de un tesoro formado por 6.732 brillantes y 2.000 perlas engarzadas en un sinfín de collares, anillos, pendientes y tiaras, que lleva custodiado en una cámara acorazada del Banco de Italia desde junio de 1946. El cofre ha sido abierto solo una vez.
El día 13 de aquel mes Humberto II, el último rey del país, abdicó y partió hacia el exilio después de que sus compatriotas optaran en un plebiscito por la República como forma de estado. Uno de los asistentes del monarca entregó entonces las joyas al Banco de Italia, dejando un contrato en el que se afirmaba que serían custodiadas para que estuvieran a disposición "de quien tiene derecho" sobre ellas. Con esta frase no quedaba claro si se refería a los Saboya o al Estado italiano.
A la ambigüedad de aquella declaración y a otras cuestiones jurídicas se agarran hoy los herederos de Humberto II para intentar recuperar el tesoro, que nunca ha sido expuesto al público y cuyo precio actual podría oscilar entre los 300 y los 500 millones de euros. "Ya lo tenemos todo preparado. Faltan unas últimas notas y en menos de 10 días presentaremos la citación para el proceso judicial contra la presidencia del Gobierno, el Ministerio de Finanzas y el Banco de Italia. Exigimos que las joyas sean devueltas a sus legítimos dueños", explica Sergio Orlandi, abogado de los Saboya. Representa a los cuatro herederos de Humberto II: el príncipe Víctor Manuel y las princesas María Gabriela, María Pía y María Beatriz.
El letrado está en permanente contacto con el príncipe Emanuele Filiberto, hijo de Víctor Manuel y virtual heredero de la antigua familia real italiana. Ambos acudieron el martes a un acto de conciliación con los representantes del Banco de Italia para intentar recuperar las joyas, pero no consiguieron su objetivo.
Nuevos ingresos
"Es ridículo que las joyas lleven todo este tiempo en una cámara acorazada. El Estado nunca ha demostrado que quiera exponerlas", comentó a la salida de ese encuentro Emanuele Filiberto. "Sería muy hermoso poder mostrar a los italianos los tesoros privados de la Casa Saboya, que pertenecieron a reyes y reinas". A su juicio sería un atractivo turístico que se traduciría en que el Estado lograría nuevos ingresos, como ocurre con la exhibición de las joyas de la Corona británica en la Torre de Londres.
El abogado de los Saboya está convencido de que la Justicia italiana acabará dándoles la razón, aunque, por si acaso, amenaza ya con llevar el caso al Tribunal Constitucional e incluso a la Corte de Estrasburgo si no tienen éxito. "No nos detendremos. Estas joyas nunca fueron confiscadas por el Estado, sino que fueron dejadas en depósito por un emisario del rey y hay un contrato en el que se afirma que tiene que producirse una devolución", sostiene Orlandi, quien repite que están dispuestos a ir hasta el final.
