Por
  • Enrique Abenia

Sopresa contra pronóstico

Un momento de 'Matrix Resurrections'
Un momento de 'Matrix Resurrections'
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Convertida en título de culto, ‘Matrix’ (1999) resulta una película icónica en la ciencia ficción de carga distópica.

Los hermanos Wachowski, quienes hace unos años se cambiaron de sexo, sorprendieron por su innovador tratamiento visual, su plasmación de la acción, su asimilación de la influencia ‘cyberpunk’ y por sus ideas y discurso. La clásica figura del elegido iba aparejada al despertar frente a la farsa de la realidad, una simulación programada por máquinas. Un cauce plagado de simbolismos y lecturas tomadas como ejemplos gráficos cuando se piensa en el sistema. En contraste con ese impacto, ‘Matrix Reloaded’ y ‘Matrix Revolutions’, las secuelas de 2003, a pesar de sus detalles, quedaron por debajo de las expectativas.

‘Matrix Resurrections’ llega fuera de tiempo, si bien Lana Wachoswki consigue contra pronóstico dar sentido al regreso y que resurja lo vivido en origen. El estímulo nace de lo autorreferencial y de lo metacinematográfico, vía que incluye apuntes de humor e ironía sobre la propia condición de la obra y la deriva de las franquicias actuales, y se instaura por medio de lo atrayente y lo magnético.

Esta cuarta entrega señala que Neo (un Keanu Reeves en clara etapa John Wick), en crisis, en terapia y medicado con pastillas azules, nota que hay cosas que no encajan. La recuperación de sus recuerdos le lleva a luchar por Trinity para que también mire más allá.

Ficha de empresa
DirecciónLana Wachowski
GuiónLana Wachowski, David Mitchell y Aleksandar Hemon
IntérpretesKeanu Reeves, Carrie-Anne Moss, Yahya Abdul-Mateen II, Jessica Henwick, Jonathan Groff, Neil Patrick Harris

El vínculo impregna una narración que sabe resolver el asunto de las ausencias destacadas, justificación que indica la habilidad de Wachowski para las variaciones, asimismo reflejada en la reformulación del ‘tiempo bala’. La modulación del legado (las inserciones de momentos previos) y la conexión con su némesis suponen otros aciertos. El cierre, además de regalar una frase de fuerte resonancia, añade un significativo detalle consecuente con estos tiempos.

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