'Petite maman': un dulce sueño infantil
La realizadora y guionista francesa Cèline Sciamma ha construido en unos pocos años una filmografía singular. Si bien su película más aclamada por muchos ha sido ‘Retrato de una mujer en llamas’, un frenesí estético en torno a la relación de una pintora y su modelo unos cuantos cientos de años atrás, ha sido su cine en torno a la infancia y la adolescencia el que más ha marcado su trayectoria. De ‘Tomboy’, donde jugaba con los distintos roles infantiles a partir de la apariencia de una niña, a ‘Girlhood’, acertado retrato de la adolescencia en un barrio periférico de Francia, Sciamma ha persistido en su obsesión hasta llegar a la bellísima película que ahora nos llega de esta cineasta.
‘Petite maman’ es lo más próximo a un dulce sueño infantil que se desarrolla a través de la figura de una niña que acaba de perder a su abuela. Cuando acude con sus padres a vaciar la casa de campo en la que vivía aquella, la pequeña entrará en un mundo tan real como imaginario. ¿Quién es la ‘petite maman’ que da título al filme? ¿Es esa abuela a la que la cría quería muchísimo, tal y como ella confiesa? ¿Es la hija de la fallecida y mamá, por tanto, de la niña protagonista? ¿Es un ser nacido de la imaginación y la fantasía de esa pequeña que se adentra en un mundo que pertenece al pasado de sus seres queridos?
En poco más de setenta minutos, que es lo que dura este pequeño largometraje, Sciamma construye un universo maravilloso que guarda relación con los recuerdos de la infancia, con los deseos a los que no queremos renunciar y con el sueño de lo que necesitamos ver hecho realidad. De principio a fin, y contando con dos pequeñas y magníficas intérpretes -las hermanas Joséphine y Gabrielle Sanz-, que soportan todo el peso de la narración, la directora y guionista elabora un juego en el que es igualmente firme la realidad, lo que palpamos, y la imaginación, el sueño de lo que está sucediendo. Una pequeña y bellísima película.