Casi Reptil, pop de etiqueta

Seis años han bastado a Casi Reptil para destilar su refinado pop, pura elegancia y sutileza, con unas letras personales y evocadoras. A lo largo de sus cuatro epés editados se transita un camino de perfeccionamiento y depuración que este sábado (21.00) desembocará en la Lata de Bombillas de la capital aragonesa con la presentación de su más reciente creación, ‘Todas las cosas grandes y pequeñas’.

Jesús Bravo (guitarra y voz), Cristina Hidalgo (sintetizador, teclado y voz), Alberto Alastuey (batería) y Juan Vallés (bajo) protagonizan esta estimulante aventura en la que han saboreado las mieles de la música, pero también su correspondiente ración de amargura. "Lo más maravilloso para nosotros coincide con lo que más valoramos, el haber creado un grupo que trasciende más allá de la música. Somos una segunda familia con la que compartir emociones, expresar ideas y poder desarrollarlas juntos. Pero no todos son momentos buenos. Nos encantaría poder dedicarle mucho más tiempo. Nos gustaría llegar a más gente, aunque a veces es tarea complicada. Quizás, una de las desilusiones que nos afectó un poco fue el no conseguir tocar fuera. Sin embargo, seguimos disfrutando mucho y nos sentimos afortunados del camino recorrido", explican.

En esta balanza de sentimientos y emociones se impone lo positivo. Como haber alcanzado la final del concurso Ambar Z Music o haber compartido escenario con bandas como Novedades Carminha y Os Mutantes. "Esos conciertos supusieron un estímulo y una responsabilidad extra al acompañar a una banda cabeza de cartel. Quizás, lo más interesante es que te viene a ver gente que no conoce nuestra música, nuestro círculo de gente que viene a vernos suele ser reducido y siempre el mismo, así que estos conciertos son una oportunidad de romper ese muro", revelan.

Un itinerario de directos que este sábado recalará en la Lata de Bombillas con la novedad de la incorporación de un nuevo bajista –Juan Vallés ha sustituido a Violeta Hernández–. Será, además, un reencuentro con la normalidad tras las restricciones pandémicas. "Todos los aficionados a la música tenemos muchas ganas de directo, tanto encima como debajo del escenario. La pandemia ha supuesto un golpe muy duro para la música en vivo, en especial para las salas con un aforo modesto y, por lo tanto, para las bandas emergentes. En ese sentido, queremos reconocer el esfuerzo y el amor de gente como Javier Benito –propietario de la Lata– que, pese a todas las dificultades, ha seguido dando un espacio a las bandas locales, programando conciertos en las condiciones más adversas", relatan.

Influencias y referentes

Aquellos que descubran a Casi Reptil disfrutarán de unas canciones delicadas y estilosas. Como detallan, en lo musical beben de la elegancia del pop francés de Air, del estilo más lo-fi de Men I Trust o Homeshake, del pop luminoso de Real Estate, Beach Fossils o El petit de Cal Eril, de la energía de Nuria Graham, de las letras de Tulsa o de la sonoridad y atmósferas de Bjork. En lo lírico adoptan a referentes como la poesía de Pedro Casariego.

Una rotunda y desacomplejada apuesta por la belleza que se refleja también en lo estético, con trabajados videoclips, como el de animación con la canción ‘Estrellas’ o el último, ‘Música clásica’. "Nos ha importado siempre la imagen, la valoramos mucho en su sentido comunicativo y en su contexto artístico, aunque, siendo críticos, tenemos (y queremos) invertir aún más tiempo en este tema", prometen. Y es que la vida es menos plomiza con propuestas de etiqueta como la de Casi Reptil.