Desde este miércoles hasta el próximo domingo, el Teatro Principal de Zaragoza se dejará seducir por los grandes éxitos de Mecano con el musical ‘La fuerza del destino’. Una muestra de que el legado del trío formado por Ana Torroja y los hermanos Nacho y José María Cano permanece blindado 29 años después de su separación.

En la memoria colectiva de los aragoneses está incrustado, sin duda, el multitudinario concierto que la banda ofreció el 11 de octubre de 1989 en el estadio de La Romareda. Una cita que se produjo en plena explosión de su popularidad con el lanzamiento del disco ‘Descanso dominical’, que contenía canciones como ‘Mujer contra mujer’, ‘La fuerza del destino’, ‘Un año más’ o ‘No hay marcha en Nueva York’.

Como curiosidad, aquel recital suponía el cierre de la macrogira que había protagonizado el grupo. Las entradas, con un precio de 1.000 pesetas (6 euros), se agotaron con mucha antelación y en la reventa se despachaban por 10.000 pesetas (60 euros). La recaudación ascendió a 46 millones de pesetas (unos 280.000 euros).

La visita de la formación dio mucho de sí. Tras probar sonido, el trío compareció al completo ante los medios a las 19.00, dos horas antes del horario previsto para el inicio del ‘show’. Al ser preguntados sobre qué significaba Mecano para ellos, la cantante no vaciló: "Es sobre todo trabajo e ilusión". Nacho Cano se mostró todavía más rotundo: "Aunque pueda parecer que está mal al decirlo yo, ahora mismo asocio el nombre de nuestro grupo al éxito".

También fueron interrogados sobre los motivos por los que se habían negado a cantar para algún partido político. Nacho Cano, de nuevo, tomó la palabra: "Hay otros grupos que no tienen opción. Pero nosotros cantamos para la Coca Cola. Hemos renunciado a la política porque pensamos que tenemos un público mucho más amplio y que eso no sería bueno para nosotros. Es una cuestión en la que puedes permitirte opinar cuando disfrutas de una buena situación económica, cuando vendes discos". José María Cano apenas habló en aquella rueda de prensa.

Poco después, una avería de un generador de luz hizo que el concierto se retrasara por espacio de dos horas. Un hecho que fue asumido estoicamente por la multitud que habitaba el estadio zaragocista. "El llenazo de La Romareda y la misma espera de dos horas sin que el público rechistara es una buena muestra de su aceptación. Porque una vez comenzado el recital, todo el mundo se olvidó de la larga espera y se volcó con el grupo con un fervor inusitado", escribió Matías Uribe, crítico de HERALDO.

La acción comenzó con un mix de ‘Hoy no me puedo levantar’ y ‘Perdido en mi habitación’. Tras proclamar Torroja un "Viva la Virgen del Pilar", el repertorio continuó con ‘Fiesta nacional’ –con la intérprete embutida en un traje andaluz–, ‘Ay qué pesado’, ‘Aire’ y ‘No es serio este cementerio’. Un arranque que complació a una audiencia dominada mayoritariamente por "niños y jovencitos", según recogía la crónica.

Hubo más madera. ‘Esta es la historia de un amor’, ‘Héroes de la Antárdida’, ‘Hijo de la luna’, ‘Me cuesta tanto olvidarte’, ‘Un año más’ –acompañada por una traca de fuegos artificiales–, ‘Laika’, ‘El blues del esclavo’, ‘Eugenio Salvador Dalí’, ‘Quédate en Madrid’, ‘Por la cara’, ‘No hay marcha en Nueva York’, ‘Los amantes’, ‘Me colé en una fiesta’ y ‘Maquillaje’.

Como colofón, tres bises que dispararon la excitación colectiva: ‘Mujer contra mujer’, ‘Cruz de navajas’, ‘Barco a Venus’ y, otra vez, ‘Me cuesta tanto olvidarte’ porque "se nos ha agotado ya todo el repertorio que hemos ensayado", se justificó con una sonrisa Ana Torroja. En total, 26 canciones que saciaron la sed y el hambre de Mecano de la concurrencia.