Nota costumbrista (51)
'El Saldubense'
A mediados del siglo XIX en Zaragoza se publicaban una decena de cabeceras. Una de las favoritas del autor es la que dirigía Emilio de Miró y tenía la redacción en la calle Botigas Hondas.
A mitad del siglo XIX Zaragoza era un hervidero de prensa escrita: la había conservadora (‘Diario de Zaragoza’) y progresista (‘El Eco de Aragón’), carlista y liberal. Se sucedieron también muchos diarios de avisos de carácter meramente informativo y alejados de cualquier opción política (‘El Zaragozano’).
Por casa andan no menos de diez cabeceras distintas de aquellos años, pero se publicaron muchísimas más. Una de mis preferidas es ‘El Saldubense’, subtitulado “Diario económico, industrial, literario y de avisos”. Salía con doce páginas, lo dirigía Emilio de Miró y tenía la redacción en la calle Botigas Hondas.
Pero lo que siempre me impresionó de ‘El Saldubense’ es su ingente actividad publicando y traduciendo libros y folletones, algo verdaderamente conmovedor en una sociedad en la que la lectura era un privilegio para muy pocos. Todos se imprimían en papel de periódico y en la misma imprenta de Vicente Andrés de la que salía el diario.
Aparecieron dentro de la que se denominó ‘Biblioteca de El Saldubense’ y solo de los publicados entre 1858 y 1860 he llegado a reunir más de quince títulos distintos. Destacan entre ellos libros de Joaquín Tomeo y Benedicto, Marco A. Galindo Catalán… Pero el más interesante con mucho es uno del año 1859: el ‘Ramillete Poético. Colección de las composiciones que fueron leídas en el Teatro Principal de esta ciudad, en la noche del 12 de diciembre del corriente año con motivo de la función patriótica dispuesta y llevada a ejecución por el Círculo Zaragozano a beneficio de la Guerra de África’.
Allí están todos los poetas de la Zaragoza de la época: Gerónimo Borao, Gallifa, Paraíso, el propio Tomeo y Benedicto, Marquina, Ferruz y Gómez, Medel, Juana Bielsa y Clemente, Tiburcio La Ripa… Una desconocida antología de la poesía zaragozana.
