La Torre de Villarroya, una pequeña joya a la venta en Movera

La casa diseñada en 1917 por el arquitecto Manuel Martínez de Ubago para la familia Villarroya en este barrio zaragozano sigue en venta.

En el barrio zaragozano de Movera se encuentran varios ejemplos del patrimonio rural en torno a la capital aragonesa del que quedan algunas de las edificaciones construidas entre los siglos XV y principios del XX. Las torres, o casas de campo, abundaban en Movera, Pastriz, La Alfranca o La Cartuja. No era algo exclusivo de esta zona, ya que también existían fincas de este tipo en la ciudad y en sus afueras. Las hubo donde hoy está Sagasta y en otros puntos como el parque Torre Ramona, el Camino de las Torres o Torres de San Lamberto.

De su función agrícola inicial, y avanzado el siglo XIX, varias de ellas fueron destinadas posteriormente para uso recreativo de familias acaudaladas de la sociedad zaragozana con negocios dedicados al comercio, las industrias harineras y azucareras o la banca.

La Torre del Hospital, la del Castillo, la de Villarroya, la de Morlán, Virreina o la de Santa Engracia, son algunas de las edificaciones que se encuentran en el entorno del barrio rural de Movera. A lo largo del tiempo, unas han sufrido diversas transformaciones y otras han desaparecido, como la Torre Clavero (siglo XV), derribada en 2009 tras décadas de abandono.

Un ejemplo singular de este tipo de edificaciones es la Torre de Villarroya, un pequeña joya proyectada en 1917 por el arquitecto Manuel Martínez de Ubago para Francisco Villarroya. Sobre una parcela de 28.280 metros cuadrados, se encuentran unos almacenes y la vivienda que desde hace ya un tiempo aparece en varios portales de internet especializados en la venta de inmuebles.

La finca de los Villarroya consta, según la ficha de venta de 522 m² construidos, 468 m² útiles con seis habitaciones y tres baños. En noviembre de 2019, se vendía por 550.000 euros, pero reste precio ha ido bajando desde entonces. En mayo, su precio era de 440.000 euros y actualmente se ofrece por 398.000. 

La descripción de este inmueble también detalla que “se encuentra en buen estado de conservación. La llamada Torre de Villarroya, es en realidad un conjunto residencial, que incluye no sólo el palacete de los Villaroya, sino también garaje, almacenes, vivienda para el guardés, y 25.000 metros de cultivos que sirven para cubrir los gastos del mantenimiento de la finca”. Además, existe la posibilidad de adquirir “la parcela anexa de cuatro hectáreas (42.000 m²) y contar así con una propiedad de siete hectáreas”.

También se sugiere que esta propiedad podría albergar un nuevo uso para el desarrollo de un negocio: “Es un paraje encantador, perfecto para un restaurante, un hotel boutique, un sitio para celebrar bodas, bautizos, eventos de empresas o turismo rural de lujo”.

Se indica, además, que la casa proyectada por Martínez Ubago “conserva detalles de la época, vidrieras ‘art déco’, mármoles, chimenea, azulejos y su característico torreón lateral acristalado, entre otros”. De este arquitecto destacan en la ciudad edificios y construcciones como el de la calle de Don Jaime I, 39-41; el del paseo de Sagasta, 21 (ampliación y reforma del proyectado por José de Yarza Echenique); paseo de Pamplona, 3; la desaparecida casa de Emerenciano García Sánchez, en Sagasta, 54, o el quiosco de la música, junto a su hermano José. realizado para la Exposición Hispano-Francesa de 1908.

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