Catorce meses después de que la pandemia cambiara drásticamente los hábitos culturales, la oscuridad va paulatinamente remitiendo ante incipientes rayos de luz. Si el pasado viernes se confirmaba la posibilidad de que las salas de conciertos pudieran retomar su actividad en Aragón, este lunes 11 de mayo el Ayuntamiento de Zaragoza presentó el ciclo ‘Cultura al raso’, que incluirá una potente programación musical que se prolongará desde junio hasta agosto.

Una de las grandes noticias es la recuperación del Jardín de Invierno, en el Parque José Antonio Labordeta. Este espacio, que desde los años 70 acogió recitales preferentemente de cantautores y folclore –aunque posteriormente se abrió a otros géneros e incluso al teatro de calle–, será el escenario de un cartel que combinará bandas e intérpretes nacionales con aragoneses. La confección de estos nombres se está elaborando con la activa participación de la Plataforma de Profesionales de la Música de Aragón –que incluye a promotores, técnicos de sonidos, mánagers y grupos– y se harán públicos en próximas fechas. Una apuesta que nace con la vocación de consolidarse y perdurar en el futuro si los resultados son satisfactorios.

La elección del Jardín de Invierno se produce tras descartar la resurrección del Rincón de Goya, otro de los parajes del Parque Grande con un intenso pasado musical. Por cuestiones técnicas –las características del terreno no permitían la colocación de los asientos necesarios–, el Ayuntamiento dice que ha desechado la aspiración de recuperar este lugar que se convirtió en seña de identidad de su programación desde su inauguración en 1985 por parte de Nobleza Baturra y Mecano. Tras años de abandono y vandalismo, en 2006 se demolió el anfiteatro que dominaba el recinto. Allí actuaron, entre otros, Radio Futura, Camarón de la Isla, Black Crowes, John Mayall, Héroes del Silencio, Leonard Cohen o Tito Puente y Celia Cruz. Un legado que ya no podrá ampliarse.

Adelanto en la Expo

Como aperitivo a las actuaciones que se anunciarán en el Jardín de Invierno y también bajo el paraguas de ‘Cultura al raso’, se celebrarán cuatro conciertos en el escenario Hombre Vertiente en el recinto de la Expo, todos a partir de las 21.00. Los asistentes se repartirán entre las sillas y el césped.

La cantaora cordobesa María José Llergo romperá el silencio el 10 de junio. En apenas tres años de carrera, se ha aupado a la primera fila con su desprejuiciada visión del flamenco, emparentado con el pop, el jazz y los sonidos urbanos. Un único álbum, ‘Sanación’ (2020), y diversos ‘singles’ le han bastado para sintonizar con un público numeroso, en el que destacan las nuevas generaciones. Conjuga la tradición que aprendió de su abuelo cantaor con la modernidad gracias a un instinto admirable.

El 12 de junio estará consagrado al reggae, con Green Valley, una de las bandas nacionales más reputadas en el género. Esta formación vasco-catalana, con seis discos en su haber, se caracteriza por denunciar injusticias y lanzar mensajes positivos con el fin de despertar la conciencia social. Completarán la velada Conscious Vibes Band, Chata Flores y Buyuz.

Otro plato fuerte se servirá el 17 de junio con Depedro. El madrileño Jairo Zavala es el protagonista de este proyecto nacido en 2007 tras foguearse, entre otros, como músico de Calexico. Su música transfronteriza y abierta ha ido subiendo escalones inexorablemente. Acaba de editar la canción ‘Máquina de piedad’, que es el adelanto de su nuevo elepé.

Finalmente, el 24 de junio comparecerá otra ‘delicatessen’. Maria Arnal y Marcel Bagès conforman una pareja artística de culto con un flamante nuevo disco bajo el brazo, ‘Clamor’, sucesor del clásico ‘45 cerebros y 1 corazón’.