Ni en Huesca ni en Madrid: el Gobierno parte de cero para crear el Museo de Cajal

El Gobierno ha aprobado la creación de un grupo de trabajo para estudiar y analizar "las diferentes posibilidades existentes" que puedan "garantizar la proyección y difusión del Legado Santiago Ramón y Cajal". El grupo de trabajo estará liderado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, que dirige Pedro Duque, y contará con personal del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática y del Ministerio de Cultura y Deporte. De este modo, el Gobierno evita apoyar o refrendar el convenio firmado en junio de 2017 entre el CSIC y el Ayuntamiento de Huesca para crear un museo en la capilla de Santa Rosa, aneja al Archivo Histórico Provincial, y deja en el aire, también, el proyecto paralizado en el Colegio de Médicos de Madrid y para el que esa institución tenía presupuesto. Lo que ha hecho ha sido crear una comisión gubernamental que empiece a trabajar desde cero, controlada desde los ministerios, aunque abierta a la incorporación posterior de miembros no gubernamentales.

Según el comunicado difundido por el Ciencia e Innovación, "se podrá invitar a participar en las reuniones a miembros de las Reales Academias, representantes de otros departamentos ministeriales, organismos, entidades, asociaciones y organizaciones empresariales o sindicales, así como expertos y representantes de la sociedad civil que puedan resultar útiles". Ninguna mención a cualquiera de los proyectos ya en marcha.

Mientras, la Universidad de Zaragoza sigue trabajando en la idea pergeñada hace más de cuatro años, cuando se empezó a trabajar en la exposición ‘Santiago Ramón y Cajal. 150 años en la Universidad de Zaragoza’, inaugurada en 2019. Según aseguraba este jueves Yolanda Polo, vicerrectora de Cultura y Proyección Social, "el Museo Cajal tendrá que hacerse algún día y en algún lado, y cuando se haga deberá integrar a las instituciones, incluida la Universidad de Zaragoza". Polo aseguró que la institución académica continuará convocando la Lección Cajal (y recogiéndola después en una publicación) y que está preparando actualmente un libro sobre el científico. "El rector está muy implicado en reivindicar su figura", subrayó. Además, sigue adelante en la idea de crear un ‘Espacio Cajal’, previsiblemente en el Edificio Paraninfo, con una exposición permanente en torno al médico aragonés.

"Seguimos trabajando en Cajal, investigando en su figura y su relación con la Universidad de Zaragoza. Por ejemplo: en su testamento, Cajal dejó 25.000 pesetas de la época a esta institución, y últimamente hemos estado investigando su destino. Se creó un premio, dotado con 1.000 pesetas, para el mejor estudiante de Anatomía de cada promoción. Hemos recopilado el nombre de los agraciados y estamos estudiando su trayectoria. Vamos a seguir investigando en la relación de Cajal con la Universidad, y estamos en contacto con su familia, especialmente con Santiago Ramón y Cajal Agüeras, porque seguimos pensando en crear un Espacio Cajal".

Habrá que ver en qué medida el Gobierno, de quien depende el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que custodia el llamado Legado Cajal, apoya los proyectos de la Universidad de Zaragoza. Y en qué medida apoya también el convenio firmado en Huesca, que hoy parece papel mojado. El 3 de julio de 2017 el Ayuntamiento de Huesca y Gobierno de Aragón firmaron un convenio con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en un acto que contó con la presencia de Santiago Ramón y Cajal Asensio, bisnieto del científico. Se buscaba difundir la vida y la obra del Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1906. El CSIC iba a ceder al Ayuntamiento oscense copias y facsímiles de piezas significativas para instalarlas, junto al dormitorio del investigador y otros materiales, en la capilla de Santa Rosa, en el Archivo Histórico Provincial, que debía ser objeto de obras de rehabilitación. El convenio tenía un periodo de vigencia de cuatro años, por lo que se extinguirá probablemente el próximo julio.

Por su parte, el Colegio de Médicos de Madrid, donde Cajal dio clases y que tenía piezas propias junto a algunas cedidas por la familia, se planteó crear un museo e incluso disponía de dinero para las obras arquitectónicas y la instalación museística. Pero el proyecto se paralizó porque el edificio está catalogado y Patrimonio de la Comunidad de Madrid paralizó las obras, al entender que no se respetaban sus elementos.

También el CSIC, que custodia el legado del investigador a través del Instituto Cajal, ha acariciado la idea de exponerlo en su propia sede o, si no, en el Instituto de Medicina Molecular Príncipe de Asturias, en Alcalá de Henares.

La decisión que acaba de adoptar el consejo de ministros es poco más que una declaración de intenciones y pone en evidencia que hasta hoy, y desde febrero de 2020, cuando Pedro Duque compareció en el Congreso y aseguró que antes de acabar la legislatura habría un Museo Cajal, no se ha avanzado absolutamente nada. Desde entonces a hoy ha discurrido la pandemia, eso es cierto, y también lo es que el ministro ha tenido varios gestos en torno al legado del científico aragonés: depositó su medalla de Nobel en La Caja de las Letras del Instituto Cervantes, inauguró una exposición dedicada a Cajal en el Museo Nacional de Ciencias Naturales y en febrero de 2019 escuchó atentamente a Javier Lambán cuando éste le habló de las bondades del proyecto de crear un Museo Cajal en Aragón. Pero eso es todo. Dos años después lo único concreto es el anuncio de que se creará una comisión para estudiar qué se hace. Una comisión cuya constitución y funcionamiento, según la nota ministerial, "se realiza con los medios humanos y materiales del Ministerio de Ciencia e Innovación, sin incremento de gasto público ni aumento de retribuciones o dietas a percibir".