Gurs, la pervivencia de la memoria

Entrar en la actualidad en un campo de concentración suscita una inexplicable emoción. Solo quedan restos caídos de estructuras de muerte y dolor, barracones mudos y alambradas que siguen en pie como testigos de un futuro cercenado. Testimonios de una historia que rabia sus cimientos ante intangibles testigos silenciosos de una condición asertiva, la que dejaron quienes permanecieron en ese lugar. Hombres, mujeres y niños cuyas huellas indelebles parecen estar presentes a través de los sonidos imperceptibles en el aire y los olores provocados por la sugestión del recuerdo. Un lugar que requiebra las palabras y transita con la vida.

El IAACC Pablo Serrano exhibe 78 de los casi 200 dibujos con los que cuenta la Fundación Elsbeth Kasser, en su mayoría realizados por artistas alemanes y austríacos –Edith Auerbach, Karl Borg, Harry Choyke-Berkefeld, Max Lingner, Kurt Löw o Julius C. Turner–, en el campo de internamiento Gurs.

Un lugar en territorio francés a unos 16 kilómetros de Olorón, en el departamento de los Pirineos Atlánticos y a unos 30 kilómetros de España. Fue construido en 1939 y se mantuvo activo hasta 1945. En el fueron confinadas mas de sesenta mil personas entre las que se encontraban, soldados republicanos españoles, miles de familias judías de Baden, Sarre y el Palatinado –para quienes constituyó la antesala de Auschwitz–, pero también para los propios franceses o miembros de etnia gitana. La exposición constituye un mosaico de la vida y la pervivencia de la memoria del pasado reciente de la historia contemporánea. Una colección que por primera vez se muestra en España.

La selección de dibujos constituye una colección de documentos gráficos trazados con una impecable sensibilidad. Obras que atestiguan el valor de la creación y la necesidad del artista de expresar su situación vital. Obras que en ocasiones fueron utilizadas también como método de supervivencia simple regalo como expresión de gratitud. En conjunto suponen el impulso del gesto delineado en cualquier papel que ha sido capaz de custodiar el relato del tiempo. 

Composiciones que con escasos materiales ofrecen una visión narrativa de los acontecimientos desde distintas perspectivas en la que en todas esta presente una hebra de profunda humanidad como es la figura del caminar titubeante de una anciana sobre un lecho de lodo sobre el que se le hunden los pies o la composición íntima y sencilla del interior de un mísero barracón de colchones de paja. Dibujos que estampan descripciones, como la fila de hombres que esperan para llenar su cuenco de comida o la escena de deportación de personas que sujetan sus pocos enseres en su mano, mientras en sus rostros se trasluce la desesperanza. El trabajo artístico supuso una manera de combatir el aburrimiento y la resignación.

La colección lleva el nombre de la enfermera suiza Elsbeth Kasser que llegó al campo de confinamiento de Gurs en 1940 y quien envío a su país a través de un uso ilegal del correo diplomático los dibujos que le habían regalado y que los internos de Gurs le rogaron que diera a conocer. Años después, llegaron a Dinamarca y desde allí se exhibieron en toda Europa, donde convertidas en la colección Elsbeth Kasser, finalmente regresaron a Suiza.

En Gurs los árboles y los monumentos atestiguan el pasado y un cementerio ha sustituido los barracones que albergaron el dolor y la incomprensión de quienes fueron internados allí.

DIBUJO

'Retrato de un campo de internamiento: Gurs 1939-1944'. Dibujos de la Fundación Elsbeth Kasser Comisario Fernando Yarza. IAACC Pablo Serrano. Hasta el 28 de febrero.