POESÍA ARAGONESA. 'ARTES & LETRAS'

Lamberto Alpuente: "La poesía es el jardín de infancia, donde somos libres y soñamos"

El autor turolense publica 'Crónica de una vida lambertable' y dice que "Teruel es como un hermano pequeño al que odias y amas, ¡siempre con cariño!"

Lamberto Alpuente publica 'Crónica de una vida lamentable'.
El escritor con su cuarto poemario: crítico, incómodo, transgresor...
Archivo Alpuente.

“Nací el 13 de diciembre de 1981 en Teruel. Trabajo como monitor de tiempo libre y comedor en el centro de educación especial La Arboleda y como coordinador y entrenador de baloncesto en el colegio Victoria Díez, ambos en Teruel”, dice Lamberto Alpuente, que ha publicado su cuarto poemario: ‘Crónica de una vida lambertable’, financiado por Crowfunding. Antes había publicado ‘Barbitúricos y otros licores’, ‘La sombra erecta’ y ‘La bondad del payaso’.

¿Cómo entiende la poesía?

Entiendo la poesía como un salvoconducto contra la ignorancia y la hipocresía. Una medicina que permite respirar y plasmar en hojas la realidad como virtud y como defensa. La poesía es el jardín de infancia, donde somos libres y soñamos.

¿Cómo se enfrenta a ella, qué hay en ella de usted y de la sociedad? Da la sensación de que tiene una mirada siempre crítica, como si estuviera desubicado o incómodo.

Con cariño, dulzura y total predisposición, pero sobre todo, abierto en canal. Es la mejor manera de representar al corazón, de abrazar la autenticidad. En mí, la idea trata, o intenta, de mostrar a los ojos penitentes y a las limitadas formas de sentir que más allá de los sistemas todavía cuece la magia, ya sean relámpagos o elixires. La gente está totalmente empachada de caminos a seguir y podría incluso sugerir que lobotomizada. Y sin crítica y autocrítica no hay crecimiento, aunque eso englobe ciertas utopías.

¿De qué autores viene su literatura, quiénes le emocionan? 

Principalmente de Jim Morrison de Los Doors, Kerouac, Bukowski, Hunter S. Thompson, Anthony Burguess, sin dejar a los simbolistas, al grupo Pánico (Topor, Arrabal y Jodorowski), Alejandra Pizarnik o Anaïs Nin.

¿Qué lugar ocupan Teruel y la vida cotidiana en su obra? 

Como relato en uno de los textos, Teruel es un forúnculo al que la tierra quiere odiar. Teruel es fundamental, como una lupa en la Galia. En mi obra trato de trasladar ese imaginario urbano que a veces se echa de menos, que habla del corazón, y descubrirse. Porque a veces desde la represión o los lugares pequeños y olvidados surgen las mejores historias.

"Como relato en uno de los textos, Teruel es un forúnculo al que la tierra quiere odiar. Teruel es fundamental, como una lupa en la Galia"

¿Qué significa para un poeta vivir en Teruel? ¿Qué le da, qué le resta?

Siempre he sentido cierto desarraigo e incomprensión, pero no puedo negar que se crean vínculos diría que irrompibles y existen muchas personas con ganas de crear, crecer, soñar y amar, así que al respecto siempre puedes encontrar rincones donde proyectar tus ideas y sentimientos, y entrar en comunión. Es como un hermano pequeño al que odias y amas, ¡siempre con cariño!

Da la sensación de que hay en ti siempre algo subversivo. ¿Es así, le gusta el término, busca la provocación?

Me gusta. Adoro la sensación de esconder llaves que forman parte de algo que sube y sube, agitar conciencias y procurar resistencia y lucha. Los sentidos necesitan picante.

"Me enfrento a la poesía con cariño, dulzura y total predisposición, pero sobre todo, abierto en canal. Es la mejor manera de representar al corazón, de abrazar la autenticidad"

Explíquenos cómo es el libro, que tiene algo de libro-objeto también con esas ilustraciones surrealistas, llenas de color...

Son piezas de un puzle que construyen un mapamundi poético. Citando al autor del prólogo, el escritor Javier Neveo (Zaragoza), mi nuevo poemario, ‘Crónica de una vida lambertable’ es un tornado de metáforas, hipérboles, sinestesias, en el que conviven la esperanza, la soledad y el amor desgarrado, preguntas retóricas a la vida, surrealismo y gotas de mi pasión cinéfila. El libro va articulado por unas sugerentes y delicadas ilustraciones de la mano de Sara Magallón (Alcañiz) que utiliza la técnica del collage digital con la peculiaridad de que cada imagen está montada sobre un fondo de manchas sopladas de acrílico. La portada y la contraportada son de Elena Castillo (Teruel), ilustradora y pintora que utiliza la técnica de la ilustración digital, que viene acompañando a Lamberto en algunos de sus otros títulos. Y por último e importante, Diego Alpuente (Teruel), que es el encargado de la maquetación, diseñador gráfico y hermano.

Lamberto Alpuente publica 'Crónica de una vida lamentable'.
Una ilustracion del poemario; 'Los amantes flotantes'.
Ssara Magallón.

CUATRO POEMAS DE ‘CRÓNICA DE UNA VIDA LAMBERTABLE’

LOS NIÑOS HABLAN CLARINETE 

 

Niña, tú que conoces el horóscopo y el alma del poeta

Que caminas la demora alimento de las sombras.

Ríos, nubes, química y jaquecas, mis dédalos fuera de onda.

Niño, las mujeres son la vida,

Y eso es yaya y eso es mama y eso es tita

Tenacidad, tesón, temperamento y testimonio, cuidado profundo.

Niña, si la danza tiene raíces sería bueno camelarte unas coplas

El cuchillo lo es todo en la mudanza de las conquistas

Luce como la añoranza, haz la cabra y agradece.

Niño, una pregunta de necio cuelga del clavo de plata

La esencia de la realidad distante tira coces y un beso fue renegado

Y eso es vil y eso no es paliativo y eso es corriente para contrariarla.

Niña, tú que has dado con el mago de la pandilla

Comentaron en ética si bailan las rosas entre la temeridad y la avaricia

Espera a que los conflictos contrasten los flechazos de la ruleta y conjuga todo al 3.

Niño, el charlatán se flagela para escuchar porque teme al bufón

Tienes fama de aguarrás con la mesa puesta y los azotes no duelen

Y eso es escribir y eso es comandar y eso es ser uno mismo.

*****

ESCAPATORIA 

 

Los muertos susurran que cada vez y con más insistencia un sordo grita.

Esta es la bonanza que hemos heredado, el quiste en tu varita y las vacaciones hibernadas.

No estoy tan loco como una máquina de escribir, te cedo hasta los tuétanos.

Por ello los velos cuentan una milonga para prolongar el tedio de aquellos que son precipicio en nuestras urgencias. 

Os siento tanto que podré aguantar la carne carbonizada que extiende por la alameda su aleteo embravecido. 

Pero, oye, si nadie habilita nuestras credenciales la caravana deberá continuar.

¿Quieres preparar la chimenea?

No soy un salvador ni un ladrón de letras, quiero que mandes un mensaje a la niña de las ballenas y a su día casi perfecto.

Quiero que vengas.

*****

PECADO ORIGINAL

 

Un nombre es a la ceguera una apuesta

La obstinación es párpado

Herméticos paneles solares

El gusano es manzana y serpiente

Luna de nieve

Árbol del viento

Pulgar de arena

Lunar de mi cimiento

 

Cualquier método en un hilo es lo contrario a la idea preconcebida de un apellido.

Todos merecemos ser amados en la penumbra.

*****

PACIENCIA, CEREZAS 

 

Consciente para ser un inconsciente sin conciencia, y al despertar, un corazón más enfermo en este frágil cuerpo, y enemigos, amistades que no lo fueron, flores de bach, pañales, mensajes encriptados y un gato callejero en manos del consuelo.

 

Cuando llegaste la luna no tenía alhajas.

Y ahora estoy tan solo que ni la paciencia de una madre mitigará el retorno del cowboy del espacio y el poeta maldito y su viaje que acabará mal.

Muéstrame el catalejo de la adolescencia, el as para sobrevivir a la usanza.

Este Teruel no es para mí.

 

El 80% del cine mudo se ha evaporado

Historias de condiciones humanas

Alegoría de mis fantásticas llaves

Todo lo reprimido se exterioriza rugiendo

Las cuchillas contra la pared del callejón

Inseparables, tanto el sigilo como la excentricidad.

 

El amor no es cosa de uno, el amor es compartir, debe ser recíproco, y más allá no ha de ser nunca una victoria, una propiedad. O enamorarse: cuando pierdes el gobierno de ti mismo, o cuando la versión del director le exclama a su dureza que no es hostil, insensible, indolente, misántropo, si no más bien obstinado como un guerrero onírico, que no sólo muestra las estridencias, estertores y alcantarillas, también quietud y recetas infalibles, al acecho, escrutador de violadores y asesinos, pero no en sentido macabro, no no.

La naturalidad es mágica y he volado muy alto en esa escoba.

Estreméceme.

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