El valeroso resurgimiento de la poeta Pilar Adón

Escena primera. Una persona se mira en espejo. Las ojeras circunvalan sus ojos; las manos, masculladas en una obligada tensión, inician su temblor. Vejez y juventud se aúnan en un tiempo muerto en el que la existencia parece no ser, haberse transformado en imaginación. Todo se repite. Las conversaciones, los recuerdos, las menciones; la lavadora, que centrifuga colada tras colada en un bucle sin final. ¿Así acaba la vida, en un olvido de frenético devenir? ¿Esto es vivir, repetir la eternidad en lo efímero?

Escena segunda. La persona tiene cuerpo de mujer, tiene instinto de mujer, tiene alma de mujer. Pero es, ante todo, ser humano; es mucho más que mujer, hija, madre, hermana y compañera. Trasciende a la tiranía gesticulante de las convenciones. Por eso, sólo ante la naturaleza puede quitarse la máscara y ser ella misma. Persona, reflejo, deseo, sueño. Existencia. Lejos queda la angustia con que la sociedad parece disimular su propio olvido.

Pilar Adón (Madrid, 1971) acaba de publicar ‘Da dolor’, un poemario que es, en realidad, una reflexión deleitante. Adón ya es de sobra conocida por sus novelas y libros de cuentos, pero también por su obra poética, caracterizada por combinar con elegancia y brillantez la flexibilidad que ofrece la narración con la potencia descarnada de la lírica.

Tal es el caso del libro que nos ocupa, donde sus versos discurren como un torrente burbujeante: la pérdida, el duelo, el deber moral que implica la dedicación frente a la enfermedad imparable, el gélido tacto de la culpa y la importancia de la familia para ubicar nuestro lugar en el mundo se manifiestan a lo largo de treinta y cuatro sugerentes poemas divididos en seis capítulos donde la autora, como una Ariadna consciente de su destino, conduce al lector través del pulido hilo de la palabra para reencontrarle ya no en una particular experiencia vital, sino en un orden humano que nos pertenece a todos y en el que es posible reconocernos. Con el estilo literario fresco y directo propio de la escritura de Adón, la autora desarrolla una verdad subjetiva hasta abarcar el poso perenne que nos hacer ser humanos.

En este sentido, cada poema que compone 'Da dolor' es una búsqueda de la ataraxia, una pugna entre la necesidad existencial de vivir en un sereno estado de libertad y las circunstancias quebradizas que amenazan con ahogar el carácter de la identidad. Pero la voz poética no encuentra respiro en las convenciones que rigen la educación recibida, en especial las que la invocan como mujer, y el mundo humano que la rodea.

Para comenzar a encontrarse a sí misma necesita elegir entre ser lo que los demás desean que sea o ser ella misma, y es la naturaleza recóndita e inocente la que le ofrece la bocanada de paz que tanto necesita. Escribe al final de uno de los poemas: “Rezo en la ducha, señora. Y ante el piano. / Mirando las vueltas del centrifugado. / Haciendo punto, joven del huso. / Por lo que sé hoy. Lo que sabré mañana. / Lo que no podré prever más. // Tras el abandono, rezo cada hora. Y espero”.

‘Da dolor’ es el nuevo y exquisito poemario de Pilar Adón, que continúa el diálogo iniciado en su anterior trabajo, ‘Las órdenes'. El libro está editado por La Bella Varsovia con la gran calidad que singulariza cada una de sus publicaciones y un sugerente ‘collage’ de portada a cargo de la ilustradora Francisca Pageo que invita por sí mismo a la lectura del libro, sin mayores preámbulos. Y es que Pilar Adón lo ha vuelto a conseguir: ha transformado el dolor y la pérdida en esperanza y deseo de vivir. Les invito a adentrarse en esta maravilla de la poesía que, sin duda, va a dar que hablar, y mucho. Para bien.

LA FICHA

‘Da dolor’. Pilar Adón. La Bella Varsovia. Madrid, 2020. 70 páginas.

Archivo Heraldo.

TRES POEMAS DE ‘DA DOLOR’

***

De todos los versos de Emily,

el elegido ( ‘Me from’) me surca

(‘Myself-’) y me aprisiona

alzándoseme ante los ojos

(‘to banish-’)

con su felicidad (anulación)

no reconocida.

No estar donde se debe estar.

No estar en la vida.

***

Lector que asumes estos versos,

has de saber que su autora es una bestia innoble

que no puede callarse. Que escribe

sobre entrañas y personas decentes,

y despierta cada día dentro de una cabeza

derramada en chirrido.

Que entrega

y delata a los que más quiere,

sin borrar nada, sin perder nada,

midiendo el valor de una vida

por los libros leídos,

los libros escritos.

Su nula dignidad

y su poca ética.

***

Ahora que no me preocupa mi soledad

porque me absorbe la de ella.

La soledad que

                       yo

                      genero en ella.