Javier Fernández y Edurne fundieron el hielo del Pabellón Príncipe Felipe

Diez mil personas aplaudieron la gala ‘Revolution on Ice’, un espectáculo para todos los públicos con dos horas de música, emoción y buen patinaje

El momento mágico de la noche quedó, lógicamente, para el final. Edurne había cantado ‘Amanecer’, la canción que llevó a Eurovisión en 2015, y Javier Fernández llenado la pista de hielo de saltos y piruetas. Y, al acabar, se acercó a ella que, rendida a su arte, le estaba aplaudiendo, y le estampó dos besos. El Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza aplaudió a rabiar tras vivir una de sus noches especiales. ‘Revolution on Ice’ convirtió el parqué en una gran pista de hielo y el espectáculo arrasó. Oficialmente se proclamó el ‘sold out’, y lo cierto es que el lleno fue casi, casi total: diez mil personas acudieron al conjuro de un cartel lleno de figuras.

El auditorio era intergeneracional: predominaba la gente joven, aunque también había adultos que aman el patinaje, como Alfredo Español, que aseguraba: «He venido con unos amigos. Nunca me lo pierdo en televisión, especialmente el de parejas, que es el que más me gusta». Y el espectáculo le ofreció lo que buscaba, y de qué modo: el elenco desarrolló todo lo que espera el público y más: saltos como el bucle picado o el 'salchow', piruetas simples y combinadas... Hubo baile en solitario y en parejas, y si Javier Fernández sacó a relucir la elegancia depurada de su arte (memorable su dúo con Celia Robledo a los sones de ‘Señorita’), la emoción corrió a cargo de Jannick Bonheur y Annette Dyrt, que encogieron el ánimo del público por lo cerca del suelo que pasaba la cabeza de la patinadora en sus espirales.

El espectáculo, pues, tuvo belleza y emoción, pero hubo muchas más cosas. Un guiño infantil, con la actuación de la niña Alexandra Kuldishov; acrobacia aérea, a cargo de David y Max; música en directo (otro momento mágico fue la interpretación de ‘Jaque al rey’, la canción de Belén Aguilera y Edurne); y temas grabados. Y aquí Carlos Jean demostró por qué es un mago de la música: sin apenas respiro se pasó del ‘Sweet Dreams’ de Marilyn Manson a la ‘Suite Bergamasque’ de Debussy. Pero también se escucharon, entre otros, The Weeknd, Joni Mitchell, Ajr, Pink o Leroy Sanchez. Mención especial merecen Oleksiy Polishchuk y Vladimir Besedin, que intepretaron un número acrobático desternillante inspirado en el ballet de ‘El lago de los cisnes’.

Un espectáculo total y vibrante que contentó a todo el público, aunque llegara ya al pabellón ganado de antemano por la magia del patinaje. Una magia que llevó a Edurne a dar una vuelta a la pista para despedirse del público zaragozano. En patines, claro.

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