El Museo de Zaragoza vacía de obras el patio para remodelarlo y renovar su discurso

Los trabajos comenzarán el 14 de octubre y se han pensado para que el centro cierre muy pocos días

PATIO DEL MUSEO DE ZARAGOZA / PREPARATIVOS Y RECOGIDA DE OBRAS DE ARTE QUE VA A HACER EL MINISTERIO DE CULTURA / 04/10/2019 / FOTO : OLIVER DUCH [[[FOTOGRAFOS]]]
Dos visitantes, recorriendo este viernes el patio del Museo de Zaragoza,donde se aprecian los huecos dejados por las piezas guardadas en almacenes
Oliver Duch

Los visitantes que están entrando estos días en el Museo de Zaragoza se encuentran con una sorpresa. El patio, donde habitualmente se muestran al público vestigios arquitectónicos y heráldicos de grandes dimensiones y peso, ha sido vaciado casi por completo para permitir el inicio de las obras de restauración previstas en la zona. Todo está a punto para iniciar los trabajos, pero el aluvión de visitantes que se espera estos días en la capital aragonesa ha llevado a retrasar la fecha inicialmente prevista hasta el lunes 14 de octubre. El proyecto es del arquitecto Javier Ibargüen, especialista en restauración del patrimonio, lo costea el Ministerio de Educación y Cultura (390.000 euros) y tiene un plazo de ejecución de cuatro meses. La DGA ha aprovechado las obras ‘ministeriales’ para retirar todo el material que se expone en el patio y darle un nuevo lenguaje museístico, contribuyendo así a la renovación completa del espacio.

Las obras previstas se centrarán en el pavimento y la iluminación. Según Javier Ibargüen, «se sustituirá el pavimento de piedra lavada actual, muy pobre, que no tiene equivalencia con la categoría del edificio, por otro de piedra natural». Piedra proveniente de las canteras de La Puebla de Albortón. Se igualará también en altura el suelo de la parte porticada con el de la que está al aire libre.

Se renovará la iluminación del patio, ahora insuficiente, y todavía no se ha decidido el color de las paredes, actualmente asalmonado. «Yo sería partidario de darle un color fuerte, un burdeos, por ejemplo, pero la decisión no se ha tomado aún. Patrimonio tiene la última palabra».

Por su parte, la DGA trabaja ya en la renovación del discurso expositivo del patio. «La idea es dedicarlo a mostrar piezas relacionadas con la heráldica, en sus tres vertientes, pública, religiosa y civil –señala Isidro Aguilera, director del museo–. Esa es la idea general, aunque habrá dos excepciones, el arco de Santo Domingo, que sus dimensiones y peso no aconsejan trasladarlo, y las columnas del patio de la Casa de los Diputados. Hace unos años, el hallazgo de una acuarela de Carderera nos hizo ver que estaban mal montadas, y ahora vamos a aprovechar la ocasión y, aunque nos faltan algunos elementos, colocaremos en su disposición original lo que tenemos». El Museo ha reservado una sala donde se van a restaurar las piezas que se han desmontado, para reubicarlas luego en perfecto estado.

En el patio se exhibían hasta ahora también varios modelos de dibujo en escayola, reproducción de esculturas famosas. Un par de ellos se van a devolver a su propietario, el Reina Sofía, y los otros, que tienen valor histórico por cuanto los compró en su día Juan Martín de Goicoechea para la Academia de Dibujo de Zaragoza y Goya aprendió con ellos, abandonarán el patio y serán dispuestos en varias salas.

Las obras afectarán también al exterior del edificio. Está previsto restaurar la verja exterior y acondicionar mejor el pequeño jardinillo que media entre ella y la puerta de entrada. «Inicialmente no existía el vallado exterior –relata Ibargüen–, sino dos parterres con arbolillos. La fachada tiene ahora hasta hiedra. Vamos a eliminar parte de la vegetación por razones estéticas pero, también porque con el riego del jardinillo la valla sufre mucho». Se restaurarán los pilares de piedra y, también, se recuperará la verja que originalmente era de color negro, y en posteriores intervenciones se pintó de color gris farol y, más adelante, verde». Por el momento, tampoco se ha decidido el color que se le dará.

Las obras buscan dar mayor prestancia a la fachada y el patio, y fomentar el uso de este último como espacio cultural para todo tipo de actividades. Otro hito en los trabajos es que se han estudiado al máximo los procedimientos para lograr que el museo esté cerrado al público el menor número de fechas posibles. «Pensamos que en los meses que duren las obras podrá estar abierto al público el 90% de los días», señala Isidro Aguilera. «Hay un problema –añade Ibargüen– y es que el edificio solo tiene un acceso, la puerta principal. Por allí tienen que entrar y salir máquinas y materiales». Habrá dos momentos críticos, la descarga de las losas del nuevo suelo y la evacuación de los escombros. Será cuando, por razones de seguridad, se cerrará el museo. Se anunciarán las fechas con antelación. Se trabaja con la idea de presentar el patio y el nuevo discurso en el próximo Día de los Museos, el 18 de mayo de 2020. 

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