literatura

Irene Lahiguera: “La imaginación se fomenta leyendo”

Esta zaragozana de 15 años acaba de publicar su primera novela, ‘Gemnitorem’.

Irene Lahiguera, zaragozana de 15 años, acaba de publicar su primera novela, 'Gemnitorem'.
Irene Lahiguera, zaragozana de 15 años, acaba de publicar su primera novela, 'Gemnitorem'.
Aitor Esparza

Irene Lahiguera (Zaragoza, 2003) solo tiene 15 años, pero acaba de publicar su primera novela, ‘Gemnitorem’ (Mr. Momo), un relato fantástico ambientado en el mundo de los sueños. La joven escritora, que ya ganó un concurso de relatos con 11 años, ha compaginado el cuarto curso de la ESO en el colegio Sagrado Corazón de Jesús con su actividad literaria y sus clases de piano, otra de sus pasiones.

¿Cómo se escribe una novela con 15 años?

Llevo escribiendo desde hace bastante tiempo y fue proponérmelo. Había escrito ya varios cuentos e intentado escribir novelas, pero la forma en que me planificaba no era la mejor y me quedaba en los primeros cinco o seis capítulos. Cuando vi que varias veces seguidas no había conseguido acabar una novela, me propuse empezar creando los personajes, cada capítulo, cómo sería el principio y el final, y un hilo de trama entre ellos. Fue empezar y con 14 acabé la novela.

¿Dónde encuentras la inspiración?

Las lecturas que hago me han ayudado mucho a fomentar la imaginación. La imaginación se fomenta leyendo, también viendo películas, pero leer es algo más completo, que puede desarrollarla más. También mediante la música, yo toco el piano y en ciertos fragmentos de ciertas obras o bandas sonoras, te vas imaginando escenas. Me las pongo y así me ayudan a crear ciertos momentos del libro.

¿Qué tipo de literatura te gusta?, ¿qué lees?

Me gusta leer sobre todo fantasía. Los libros de Laura Gallego me han gustado desde pequeña y sigo leyéndola. La saga de Harry Potter también me ha ayudado mucho y fueron las primeras novelas, más allá de Geronimo Stilton y todos estos libros que lees de más pequeño, que me marcaron más. Mi libro favorito es ‘El nombre del viento’, de Patrick Rothfuss, y ese tipo de literatura de aventuras, algún libro de Julio Verne, o de misterio, Agatha Christie me gusta también.

¿Y cómo has compaginado la escritura de tu novela con los estudios?

Como me gusta tanto escribir… Si a una persona le gusta hacer algo, intenta sacar tiempo, aunque a priori no lo haya. Entonces, me organizaba mejor, me ponía en una agenda ‘de esta hora a esta hora voy a hacer esto’. Con las clases y ensayos de piano, tenía que intentar sacar tiempo y era más difícil, pero aprovechaba algún fin de semana o cuando terminaba los exámenes. Y como me convalidaron una serie de horas de música, me iba a la sala de estudio y aprovechaba para retocar capítulos o empezar otros.

¿Fue fácil encontrar una editorial que decidiera publicar tu libro?

Al principio, como había leído libros de editoriales más grandes y me gustaba tanto cómo había quedado la novela, pensaba que a lo mejor alguna de ellas se interesaba por el libro, así que lo envié a una serie de editoriales, pero pasó el tiempo y no me contestaban. Entonces, lo envié a otra tanda de editoriales un poco menos conocidas y, entre ellas, me contestaron Mr. Momo y otra editorial, y al final, me decanté por la primera.

‘Gemnitorem’ es el título de tu primera novela, ¿qué significa?, ¿qué podemos encontrar en ella?

‘Gemnitorem’ es el nombre que se le atribuye a la gente que vive en Somniaterra, que es el lugar donde se desarrolla la novela, y viene de géminis, porque esta novela tiene relación con los signos del zodiaco. Es una leyenda en la que hablo de cómo surgieron los signos del zodiaco, de que había una relación entre ellos de hermanos y Géminis era el mayor. Él lideró una batalla y cuando acabó, la gente de Somniaterra decidió atribuirse ese nombre y definirse a ellos mismos como una parte de ese héroe.

No es lo primero que publicas. Ya con 11 años, en 2014, ganaste la X edición del concurso ‘Cuentos de Caitú’ con el relato 'Un amor hecho de música', publicado después en el libro 'Los cuentos del Caitú 10'...

Sí, era un relato de cinco o seis páginas en el que contaba la historia de una chica que conocía a un elfo con el que tenía una relación de amistad basada en la música. Cuento la aparición de ciertos instrumentos, el elfo tocaba el arpa y tenía mucha intuición a la hora de tocar otros como el piano, y le iba enseñando a la chica.

¿Y, ahora, tienes otros proyectos en mente?

Tengo algunas ideas en la agenda, donde las voy plasmando hasta que me decida a escribirlas. Tengo pensado escribir sobre los fuegos fatuos, que son leyendas que aparecen en algunas películas como ‘Brave’. Me gustaría contar la historia de una chica que se desarrolla en Croacia. Su pasado se ha visto envuelto en la guerra de los Balcanes y, como lo vivió cuando era muy pequeña y no se acuerda mucho porque al final tuvo que salir de esa situación, los fuegos fatuos le van contando lo que pasó.

¿Cuál es para ti la clave de un buen libro?

Que enganche y que sea diferente al resto, porque ahora muchos libros son un cliché y se prevé lo que va a pasar porque hay otros que tienen los mismos giros de trama y se hacen previsibles. Me gusta que los giros sean inesperados y que el escritor los sepa contar de una manera amena, que no sea muy pesado en la forma de escribir, ni con muchos adjetivos ni tampoco demasiado simple.

Los índices de lectura entre la población joven siguen siendo bajos, ¿que le dirías a la gente de tu edad para que se aficione a leer?

Les diría que es una de las cosas más bonitas. El hecho de que existan posibilidades infinitas a la hora de imaginar, porque no creo que nunca una persona se imagine a un personaje igual, ya solo por eso me parece una fuente de disfrute y de imaginación. No es simplemente una película en la que tú ves algo y lo ven todos igual, sino que un libro lo lees, lo disfrutas y, luego, con tus amigos o gente que también lo haya leído, es una forma de entablar conversaciones y de discutir distintos puntos de vista.

¿Y les animarías a escribir?

No es fácil y requiere tiempo, pero si a una persona le gusta, solo es proponérselo. Es coger una serie de anécdotas que tengo, pensar los rasgos físicos o emocionales de los personajes, o lo que va a pasar en cada capítulo, desarrollarlo poco a poco. Y a la hora de escribir, sale solo. Si has estado engendrando esa idea mucho tiempo, al final, es un proceso que se disfruta mucho y más cuando ya lo has terminado y lo vuelves a leer.

¿Te gustaría dedicarte a la escritura de manera profesional?

Me encantaría, pero me lo dice mucha gente, incluso mi editor, que ahora mismo en España se dedican a esto muy pocos escritores. Un libro tiene que ser muy bien acogido para que el escritor se pueda dedicar a ello. Sí que me gustaría dedicarme a ser profesora de piano y, a la vez, seguir escribiendo y publicando libros. Y si me pudiese dedicar a escribir todo el día, mejor que mejor.

La primera novela de Irene Lahiguera, ‘Gemnitorem’, ya está a la venta en El Corte Inglés, Amazon, Casa del Libro, FNAC y las principales librerías, tanto en papel como en formato electrónico.

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