Cuéntame un cuento

Juego de Tronos’ ha terminado y ya sabemos quién regirá a partir de ahora los destinos de los Siete Reinos (tranquilos, que no voy a destripar el final de la serie). Sin hacer ‘spoilers’, lo que está claro es que esta última temporada no ha convencido a casi nadie. Tan poco ha gustado, que un millón de personas se han sumado a una petición en internet para que HBO rehaga los capítulos finales.

Un enfado colectivo del que participan espectadores de todos los países en los que se emite la serie. Y que demuestra que lo mejor de ‘Juego de tronos’ ha sido su capacidad para recordarnos el poder de las historias.

Millones de personas se han unido en torno a un cuento de reyes y reinas, de dragones y caballeros. Y se han emocionado, han disfrutado y se han enfadado con ellos.

Porque las historias, como explica Tyrion Lannister, son lo que une a los seres humanos. Aunque tengamos culturas diferentes, aunque hablemos idiomas distintos, un buen cuento nos iguala y nos acerca.

Hay algo mágico y hermoso en ese poder. Ahora que en el mundo parece ganar la diferencia, el señalar al otro como enemigo, ahora que en la UE se hacen fuertes los que apuestan por guardar el tarro de las esencias nacionalistas, conviene recordar que todos, de España a China, de Australia a Siberia, somos capaces de emocionarnos con personajes que solo existen en la imaginación de sus autores.

Volvamos pues a las historias, encontrémonos en las series, en los libros. Usémoslos para recordarnos que no somos tan distintos y que, como en los Siete Reinos, las mejores cosas se logran cuando todos trabajamos por el bien común.