San Cayetano es Miguel Labordeta y sus tardes de siesta. Su hermano José Antonio se cita en María Agustín con un poema escrito por Jorge Gay. Casablanca es una canción de Sopeña. No podrás andar por Zurita, Bretón y Lacarra sin encontrarte con Fernández Molina, con Ciordia y Pinillos. Ángel Guinda se descubre a sí mismo mirando a una pareja con paraguas. La plaza Santa Cruz es Sergio Algora en camiseta. En Ramón y Cajal quedarás con Forega. No miento si digo que uno sube por Sagasta para encontrarse en la terraza del Parque Pignatelli a Fernando Sanmartín bebiéndose una Fanta de naranja. Todas las piscinas de la ciudad son un verso de Carmen Ruiz. Veo a Julio Antonio Gómez, su tragedia y su deseo, al caminar por San José. Mariano Anós se apoya en la barandilla del Canal, como quien mira una isla griega. Las Armas son David Mayor, Sebas Puente y, claro, Brenda Ascoz. Vilas brinda con vino blanco en el Actur. Ángel Gracia toma el Coso Alto. Si escapas por el este y sus polígonos, verás a Juan Luis Saldaña en bicicleta. Encontrarás a Elisa Berna en los bares de La Madalena. A Jesús Jiménez en el Parque Delicias. Octavio Gómez Milián espera junto a la estatua de Neptuno. José Luis Rodríguez le susurra al oído en San Juan de la Cruz a la chica más guapa de la ciudad. Nueva York -que también está en Zaragoza- es un libro de Almudena Vidorreta. Cuando paso por Constitución 14 compruebo que Emilio Gastón sigue en la terraza, escribiendo un poema frente al ruido.

Enrique Cebrián Zazurca es profesor de Derecho Constitucional (Unizar) y escritor