XIII CONCURSO DE RELATO BREVE DE HERALDO
Consecuencias
NOTICIA
Pasé acostado toda la mañana siguiente, como buen trasnochador y mal madrugador que soy. Conseguí mantener igual posición hasta la hora de comer. No comí. Por fin llegó la hora de la siesta, con lo que volví a estar en el lugar adecuado. Con la tarde casi apagada, abandoné el lecho renqueando, asomé la cabeza por la ventana y tomé aire de la calle de un gran bostezo, abriendo los brazos al cielo. La tos que produjo aquella masiva ingestión de ozono quebró mi pecho fumador. Volví a la cama.
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