XIII CONCURSO DE RELATO BREVE DE HERALDO
Sorpresa
Salió el sol aquella mañana, es un buen día para casarse, pensó antes de desayunar. Tenía ganas de empezar a trabajar como repartidor en una floristería. Llevaba ya tiempo en el paro. Su primera tarea fue la entrega con mucha urgencia de un ramo de novia, los adornos del padrino y los arreglos florales para el coche.
Metió todo en una caja, lo protegió todo con mucha delicadeza, él no iba a estropear esa maravilla floral y menos en su primera entrega. Lo acomodó en la furgoneta y se marchó.
Era una urbanización de lujo.
- Sí, ¿quién es?
- Flores Primavera, le traigo el encargo.
- Sí, sí, dese prisa, ya ha venido el fotógrafo.
Cogió el ascensor, una entrega perfecta y a su hora.
De repente oyó un crack, y el ascensor frenó en seco.
- NOOOOO!!!, me quedé colgado. Gritó.
- ¿Y ese repartidor? Les oía sin poder hacer nada.
Era sábado y el conserje no estaba.
Todo fueron gritos, nervios, intentos desesperados de abrir, fue un caos. Así que se miró al espejo y sonriendo tarareó: la vida te da sorpresas.