ocio y cultura

La Librería General se muda a la plaza de Aragón

Fundada en 1932, abandonará Independencia 22, y pasa a ocupar el antiguo solar de Caja Duero

CULTURA. LIBRERIA GENERAL / 15-03-2019 / FOTO: GUILLERMO MESTRE [[[FOTOGRAFOS]]]
Fachada de la Librería General, fundada en 1932.
Guillermo Mestre 

Tras más de 40 años en el Paseo de la Independencia 22, la Librería General, fundada en 1932, abandonará su actual ubicación y se trasladará a la plaza de Aragón, 6, donde había estado Caja Duero con su sala de exposiciones. El local de cinco plantas y más de 1.100 metros cuadrados pertenecía a la familia Boya Balet, descendientes de los fundadores de este establecimiento cultural de Zaragoza.

El pasado mes de enero los dueños del inmueble les comunicaron a los nuevos propietarios (que reemplazaron al anterior dueño Eutimio Merino en 2014), que ya no les renovarían el alquiler. El plazo se cumplía en diciembre de 2019, pero los responsables, con Beatriz Correas a la cabeza, iniciaron la búsqueda de otro sitio, con la ayuda de la Consultora GTI, y hallaron «un espacio ideal, de ensueño, céntrico».

La Librería General es la más antigua de Zaragoza; antes de la ubicación que la hizo tan famosa y tan emblemática durante tantos años, estuvo también en Independencia, en el local de la actual C&A y también en la calle San Miguel, en el solar donde está ahora la Casa del Libro.

Vida e historia, pena e ilusión

Dice Beatriz Correas: «No es fácil dejar un sitio donde llevas tanto tiempo, que tiene tanta vida e historia, pero hemos tenido suerte y hemos encontrado un espacio estupendo, próximo, bien situado, que no nos aleja de nuestra referencia ni del centro de Zaragoza», afirma.

Agrega que en ningún momento se plantearon el cierre. «No sobra nada, se vende mucho menos que antes, incluso libros de texto, pero queríamos seguir. Tenemos 16 empleados. Produce tristeza la marcha, y a la vez también estamos ilusionados con la nueva librería: tiene algo de sueño y de proyecto apasionante refundar un espacio así», explica la directora-gerente de la Librería General. Aquí contaban con una superficie de más mil metros cuadrados, si contamos «sus recovecos también» y dice que ahora «la distribución será diferente».

Andrés Ibáñez, de Consultora GTI, la empresa que ha intervenido decisivamente en esta operación, señala: «Un sitio así no es cómodo para una librería, sobre todo si quiere evolucionar y adaptarse a los nuevos tiempos. El nuevo local cuenta con 335 metros cuadrados en la planta calle y 449 en el sótano, y tiene tres escaparates: dos a la plaza de Aragón y otro al Paseo de la Constitución. Yo creo que se gana en luz y en concepto de espacialidad».

Begoña Correas explica que su empresa tiene dos negocios muy distintos: la librería Hechos y Dichos, y la General, fundada por Luis Boya. «Son dos formas de trabajar muy diferentes. En la primera optamos por presentar muchos libros, las novedades, los más vendidos, etc. Y aquí, desde que nos hicimos cargo del negocio, hemos hecho una apuesta de escaparate. Elegimos un libro, el que intuimos que puede interesar al lector, que puede ser el que nos sugieren nuestros libreros, el que se estaba esperando por parte del lector, la novedad más popular, y además tenemos un segundo escaparate donde puede haber una pequeña muestra temática de libros infantiles o, como actualmente, una selección de libros sobre la mujer».

Dice Beatriz Correas que esta manera de presentar los novedades –«tan discutible a lo mejor para algunos, pero a mí no me gustan tantos libros en el escaparate, despistan y al final no te quedas con nada»–, no está subvencionada. «En absoluto. A veces, a lo mejor las editoriales han podido cedernos algunos ejemplares, muy pocos, cuatro o cinco, o colaborar en la puesta en escena y en la decoración del escaparate».

Confirma que la librería se cerrará en la segunda quincena de mayo y que la idea es abrirla a primeros de junio. «En una semana o diez días habremos hecho el traslado al completo. Esas son las previsiones. Nos dará tiempo, claro. Es muy bonito decorar y amueblar de nuevo. Y es lo que vamos a hacer. Con los nuevos escaparates, nos planteamos organizar muchas más actividades», resume.

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Interior de la Librería General, en la planta calle.]
Guillermo Mestre 

DE LOS LIBREROS DE LEYENDA A LA EDITORIAL Y EL GOLPE DE ESTADO

La Librería General ha tenido libreros legendarios. Empezando por Luis Boya, el fundador, pero también José Muñío, que abandonó el local cuando estaba en la calle San Miguel y fundó Librería París. O, según decía un clásico de la General, Javier de la Rica, «Ignacio Ferreruela, que era encantador y lo sabía todo de libros. Era entrañable. Le gustaban los libros, y no se preocupaba de la rentabilidad ni del almacenamiento. Quería tener los mejores libros a disposición del cliente», señalaba.

Zaragoza ha sido ciudad de buenas librerías, y lo sigue siendo, pese al cierre reciente de Los Portadores de Sueños. Ahí están Pórtico, París, Pons, Cálamo, Antígona, FNAC, Central; la lista es más exhaustiva, claro, y entre ellas figura la Librería General, que fue y es una de las más conocidas. Tiene un sinfín de historias. El citado Javier de la Rica recordaba: «El mismo 23-F vino un señor que me pidió el tomo VII, de Ramón Tamames, de la ‘Historia de España’ que dirigía Artola. ‘Dámelo, mañana no se va a poder vender. Ya hay tiros en Madrid’, me dijo. Y esa tarde se produjo el golpe de Tejero». Vivir para ver. A. C.

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