MUSEOS

El Museo de Zaragoza saca a la luz una importante colección de ropa antigua

Los conservadores redescubren entre sus fondos 17 piezas de atuendo de los siglos XVIII y XIX. Las prendas, una vez limpias y restauradas, serán mostradas al público en una exposición.

CULTURA Y OCIO.Museo de Zaragoza.Reportaje trajes / 27-02-2019 / FOTO: GUILLERMO MESTRE [[[FOTOGRAFOS]]]
La pieza más valiosa es una casaca con su chaleco a juego, ambos realizados en seda en el siglo XVIII.
Guillermo Mestre

No es un hallazgo sino un redescubrimiento. Especialistas del Museo de Zaragoza acaban de sacar a la luz un importante conjunto de ropa histórica, fechada en principio en los siglos XVIII y XIX, y en los próximos días pedirán opinión a especialistas del Museo del Traje de Madrid para su limpieza y restauración y poder exponerla al público. La vestimenta histórica es uno de los temas que ha entrado con mayor fuerza en los últimos años en la programación cultural de los museos de todo el mundo y, quizá por ello, los conservadores del de Zaragoza están convencidos de la necesidad de mostrar estos fondos.

«Estamos continuamente reorganizando tanto las colecciones del museo como sus almacenes -relata Isidro Aguilera, director del centro-. Tenemos dos secciones generales, que son las que conoce todo el mundo, arqueología y bellas artes, pero no hay que olvidar que el Museo de Zaragoza es el más importante y antiguo de la ciudad, y eso explica que custodiemos material relevante pero que no siempre tiene cabida en la exposición permanente, desde barajas del siglo XVIII a una carta de Goya, pasando por armas antiguas, por ejemplo».

Casulla con brocado del XVI

Dentro de esta continua revisión de los fondos, con mirada moderna y la idea de fondo de preparar un catálogo razonado y exhaustivo del centro, cabe enmarcar este ‘hallazgo’. El conjunto de ropa, a la luz del creciente interés por las piezas textiles en los últimos años, adquiere nuevos perfiles.

«Son en total 17 piezas -añade Aguilera-, que llegaron al museo hace décadas por donación de dos familias, Orús y Sangrós, y que se encuentran en buen estado de conservación, aunque necesitan en casi todos los casos labores de desinfección, consolidación, planchado y alguna pequeña restauración».

Dejando al margen un tapete con una inscripción bordada y una casulla religiosa, tosca, pero confeccionada a partir de brocados antiguos, probablemente del siglo XVI, en el conjunto pueden apreciarse dos bloques. «Hay, por un lado, ropa perteneciente a la alta burguesía zaragozana -asegura Aguilera- y, por otro, ropa de origen más popular, pero, también, de personas pudientes. Hay chalecos de terciopelo con forro de lino, dos camisas de corte francés bordadas, corpiños estilo Imperio... La pieza más excepcional es una casaca con su chaleco a juego realizados en seda en el siglo XVIII. La pena es que nos falta la tercera pieza del conjunto, el calzón».

Esa casaca y el chaleco son lo más importante del conjunto, según corrobora Marian Rebolledo, comisaria de la exposición ‘Vida y moda’, celebrada el año pasado en el centro y que se cerró con más de 15.000 visitantes. «Esas dos piezas merecen estar expuestas en lugar destacado en el Museo del Traje de Madrid -señala-, pero todo el conjunto en general es magnífico. En Zaragoza, además, no tenemos nada de esta importancia salvo en alguna colección privada. En el Museo Etnológico del parque Labordeta hay fondos de origen etnológico, como los trajes ansotanos. Además, las piezas del Museo de Zaragoza se encuentran en buen estado de conservación, e incluso las pequeñas imperfecciones, como la pérdida de color en algún chaleco en zonas cercanas a los bolsillos, debido a su uso, realzan su autenticidad».

El Museo del Traje de Madrid es precisamente la institución a la que se va a consultar sobre el tratamiento adecuado para estas piezas. Allí se guarda una de las mejores colecciones del mundo de moda del siglo XVIII y, también, los mejores ejemplos conservados del fenómeno del majismo que retrató Goya. Este es uno de los datos importantes del conjunto que ahora se va a poner en valor: todas las piezas se fechan en los siglos XVIII y XIX y, afinando más, entre 1780 y 1820. Es ropa, pues, de época de Goya.

Las piezas, de momento, esperan el dictamen de los especialistas sobre el tratamiento que deben recibir. Cuando lo reciban, el Museo de Zaragoza organizará una exposición con ellas como punto de partida. Este año hay previstas muestras de dibujo antiguo, fotografía contemporánea y Goya, entre otras. La exposición, si no pudiera incluirse en el calendario de este año, se celebraría en 2020.

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