El trabajo de Lara Almárcegui, una de las artistas españolas con mayor proyección internacional y cuya obra, en apariencia fría y deshumanizada, encierra una marcada denuncia contra el diseño y el urbanismo, se expone en un museo y una galería en Holanda, país donde vive desde hace casi dos décadas.

Como artista visual contemporánea Almárcegui se aproxima al paisaje a través de intervenciones e instalaciones artísticas, sobre todo al espacio urbano desde una perspectiva conceptual y analítica.

Su trabajo, reconocido por sus series de demoliciones y descampados, muestra desde una perspectiva crítica las transformaciones de las ciudades y el terreno que las rodea, la agresividad urbana, y su repulsa al diseño y la arquitectura.

A la artista (Zaragoza, 1972) le "molesta la noción misma de diseño", un sentir que aborda en sus obras a través de prismas y en formatos diferentes, señaló en una entrevista.

"Tengo problemas con cualquier tipo de diseño porque significa que alguien decide por los demás, y preferiría que no se reglamentara ni se confinara el espacio", dijo.

Lo que le resulta aún "más terrorífico" es cuando se habla de diseño del territorio o destrucción de los lugares a gran escala, explicó la artista de origen zaragozano que vive en Holanda desde 1996, cuando llegó para estudiar en 'De Ateliers' de Ámsterdam.

En su último trabajo, 'Derechos Minerales' (2015), el mensaje de una proyección de vídeo se centra en alertar sobre el poder de los Estados y la carga política que existe en relación a la propiedad del subsuelo y en analizar de qué forma los gobiernos conceden derechos de explotación de minerales solo a empresas mineras.

Para esta pieza, que se podrá ver en Ellen de Bruijne Project, galería de la artista desde 2007, Almárcegui localizó en Noruega un depósito subterráneo de hierro olvidado, a escasos 30 kilómetros de Oslo, y adquirió los derechos para poderlo estudiar, evitando así que el tiempo que se encuentre bajo su tutela ninguna empresa tenga acceso a explotar los minerales económicamente.

Ha conseguido su objetivo: dar a conocer "cómo funciona el sistema de propiedad del subsuelo" e informar de que "los gobiernos y las empresas mineras son sus propietarios", porque ella le impresionó mucho saber, tras 15 años viviendo en Rotterdam, que la empresa Shell es propietaria de todo el subsuelo de su ciudad.

Mientras este último proyecto aborda la crítica a la arquitectura y la construcción urbanística a partir de un yacimiento de hierro, en los trabajos que se exhiben en el 'Gemeentemuseum' de La Haya, dentro de la exposición titulada 'De Ateliers-Debut Series', el análisis crítico de la artista viene a través de los materiales de construcción en sí mismos.

La obra realizada con motivo de la muestra se centra en los materiales con los que ha construido el edificio de la institución museística, levantado durante la década de 1930 por el arquitecto H.P. Berlage.

El resultado es un resumen en formato de lista que muestra los tipos de ladrillos que conforman el edificio, después de una ardua investigación en estrecha colaboración con la institución.

"Mostrar los materiales permite saber más sobre el lugar, es una forma de analizarlo y sobre todo una forma de pensar en su pasado y en su futuro como ruina", señaló la artista.

Pero esta creadora no solo construye listas, también vídeos o instalaciones que representan físicamente los materiales, como hizo con ocasión de la Bienal de Venecia de 2013.

Para la cita de arte italiana, Almárcegui llenó el pabellón español con los materiales con los que estaba construido el propio edificio y su cantidad exacta, algo que realiza cuando "le dejan" y "el edificio soporta el peso".

"Produce una experiencia más fuerte por la parte física de los materiales", explicó.

Complementa la exposición en La Haya la proyección "Casa enterrada" (2013), en la que se muestra la demolición de una casa y cómo se van enterrando los escombros.

El objetivo de esta pieza es "reflexionar sobre el pasado y ante todo sobre el futuro de lo construido".

También quiere mostrar "las transformaciones que tienen lugar en barrios en construcción" y cómo, "en la acción de enterrar los materiales demolidos también desaparece una vida".

Actualmente Almárcegui se encuentra trabajando en su próximas exposiciones, una muestra individual en Luxemburgo en el casino para la que esta intentando adquirir los derechos del subsuelo del centro de arte, y otra en Berlín, en el "Haus der Kulturen der Welt", para la que van a llenar el vestíbulo con tierra de las excavaciones de una obra y así poner en relación el centro de arte y "el ritmo de construcción y de transformaciones de la ciudad"