Tres artistas de reconocido prestigio internacional abrieron ayer la XXIV edición del Festival Internacional de las Culturas, Pirineos Sur, que hasta el próximo 2 de agosto ofrecerá una selección de conciertos, proyecciones cinematográficas, mercados y actividades diurnas para todas las edades.

En la primera noche, el viernes, la entrada de público fue buena, aunque no se llegó a completar el aforo de 5.500 personas, que sí se llenará esta noche con Calle 13. Concretamente fueron 2.257 personas las que disfrutaron de una noche de música de Oriente Medio y que desde el primer momento se entregaron a los artistas. Una cifra que, según la organización, no está nada mal, teniendo en cuenta la previsión y amenaza de tormentas que había. Esta afluencia de público formó algunos atascos en la carretera de acceso al auditorio de Lanuza, pero sin mayor importancia.

Todo indica que esta buena tónica se repetirá en los próximos días y que las gradas de Lanuza estarán se llenarán en varias ocasiones, ya que esta edición destaca por la buena venta de entradas anticipadas, algo que no se daba desde hace años, según se apuntó desde la organización.La lluvia, fiel a la cita

Otra invitada de todos los años, no del todo bien recibida, fue la lluvia que hizo acto de presencia horas antes del inicio de los conciertos nocturnos. Aunque cayeron algunas gotas durante el recital, no deslució la noche inaugural de Pirineos Sur, que además de una gran fiesta musical y cultural, supone un espacio para la reflexión, en esta ocasión sobre ‘Fronteras, ¿mezcla o barrera?’.

El primero en subir al escenario fue el violinista de origen libanés Ara Malikian, que presentó canciones de su gira ‘15’, su obra más ambiciosa, en la que, acompañado de un cuarteto de cuerda y dos percusionistas, celebra sus 15 años de estancia en España. El violinista ofreció un concierto muy intenso y envolvente, y se mostró muy agradecido de poder mostrar su música en "este lugar maravilloso", y prometió, y así lo hizo "dar todo por vosotros".

Realizó un viaje musical por varios países y siglos, empezando por su país, Líbano, y siguiendo por Alemania, donde hace 30 años compuso una canción que ofreció al público. En todo momento se mostró muy alegre y divertido y bromeó en la explicación de cada una de los temas que interpretó, llegando a decir que había preparado "un concierto de 3 horas y media y que al ser más corto el tiempo que tenemos, tendremos que ir más rápido". Bromas que el público agradeció y aplaudió. Finalizó su actuación saliendo a la zona del público con su violín, donde interpretó la ultima composición musical.

Las siguientes en subir al escenario flotante fueron la cantante israelí Achinoam Nini, más conocida como Noa y Mira Awad, de Palestina. Ambas colaboran desde 2002, y lo dejaron patente sobre las aguas de Lanuza, ya que interpretaron varias canciones juntas. Noa, por su parte, presentó su disco ‘Love Medicine’ (Medicina del Amor).

En primer lugar Mira interpretó tres canciones, y a continuación presentó a Noa, como una "buena amiga con la que llevo colaborando muchos años". Noa salió al escenario abrigada, con una chaqueta negra sobre un vestido negro y un gran fular blanco y negro que le cubrió el cuello. Comenzó su actuación con la canción ‘Shalom’ y poco a poco fue animando y caldeando el ambiente, con temas como ‘Happy Song’. Luego, ambas artistas coincidieron el escenario para cantar juntas algunas canciones.