La ministra gala de 'incultura' abochorna a Francia

Sacrilegio. La ministra de Cultura francesa no ha leído nada de Patrick Modiano, su compatriota recién elegido premio Nobel de Literatura. Peor aún, Fleur Pellerin lleva dos años sin llevarse una novela a los ojos. La confesión de la figura ascendente del socialismo galo ha provocado consternación en los ambientes literarios del país. La república de las letras no da crédito y se muere de vergüenza. La sucesora de André Malraux y de Jack Lang se parece más a Esperanza Aguirre, confesa lectora de Sara Mago. La Francia cultureta ya no es lo que era.

La afrenta al honor cultural patrio se produjo en una entrevista televisiva en Canal Plus.

La presentadora Maitena Biraben, vasca como su nombre indica, le preguntó a Pellerin cuál era su libro preferido de Modiano. "Ehhh, ehhh", titubeó antes de reconocer que "confieso sin ningún problema que no tengo tiempo para leer desde hace dos años", el tiempo que lleva en el Gobierno de François Hollande. Primero, como titular de la cartera de Innovación y Economía Digital. Desde finales de agosto, como ministra de Cultura, el orgullo nacional. "Leo muchas notas, muchos textos legislativos, las noticias, los despachos de agencia, pero leo muy poco", admitió con sinceridad.

Minutos antes, preguntada por sus encuentros más sorprendentes, Pellerin había mencionado un almuerzo con Modiano tras la concesión del Nobel a principios de mes. "Fue una comida formidable, muy simpática, en la que lo pasamos muy bien", dijo de esa invitación en el ministerio en la que también participó Antoine Gallimard, editor del escritor. En el menú faltó la sopa de letras.

Es verdad que la ministra poco leída lee las notas ministeriales. El día que el jurado del Nobel dio a conocer el premio de Literatura se descolgó con un comunicado ditirámbico sobre Modiano, su autor ignoto. Decía, entre otras apreciaciones dignas de un crítico literario: "De 'La Place de l'Etoile' a su última novela 'Pour que tu ne perdes pas dans le quartier', su obra impregnada de una dulce melancolía se aventura con una infinita poesía en los repliegues de la memoria y los meandros del recuerdo".Salen en su defensa

Pocas fueron las plumas que salieron en defensa de la ministra a la que se le vio el plumero. Entre ellas destaca Bernard Pivot, gran sacerdote televisivo de la cultura libresca en su legendario Apostrophes, quien se resistió a quemarla en la hoguera de las vanidades. "Por no haber leído a Modiano no se deja de ser inteligente ni capaz para dirigir el Ministerio de Cultura", hizo valer el actual presidente de la academia Goncourt.

En las redes sociales muchos saludaron la franqueza de Pellerin. "Para una vez que un ministro socialista no miente habría que condecorarla", decía un tuitero. "El que haya leído a Modiano que le tire la primera piedra", se apiadaba otro. "No es como Sarkozy que se leyó 'todo Proust' durante su mandato", ironizó un tercero. Qué de tiempo perdido.