Mariano Casanova: "He salido herido de esta batalla, pero ha merecido la pena"

El excomponente de Distrito 14 lanzará en mayo su primer álbum en solitario.

Mariano Casanova
Mariano Casanova pide ayuda para publicar su primer disco en solitario

Casi una década ha pasado desde que Mariano Casanova, excomponente del grupo aragonés Distrito 14, entrase en un estudio de grabación. Unos años en los que ha tenido las mejores y las peores experiencias, algo de ha plasmado en las 14 canciones que compondrán su nuevo álbum, que espera tener disponible en mayo. 


- ¿Cómo definirías este nuevo disco que estás preparando?


Es un disco donde he conseguido expresar una buena parte de mí que antes, en los discos de Distrito 14, no conseguí expresar. Imagino que es solo cuestión de tiempo y trabajo. Es lógico que en este momento haya hecho un disco mejor a todo lo anterior, tras siete años de trabajo de composición donde he buceado en lo más interno, en lo más inexpugnable, en lo más peligroso de mi vida y ahí he arañado con fuerza, en el fango, en el limo del fondo. Yo creo que la vida y los golpes hacen al artista, si este sobrevive, claro. En este tiempo desde el fin de Distrito 14 he tocado el cielo con mis manos, he sido el más feliz del mundo, he vivido lo más maravilloso, lo más bello y a la vez he vivido el miedo más grande y he caído en el infierno más profundo, que es el que habita en el interior de uno mismo. Cómo expresar esto en 14 canciones ha sido el dilema y siento que lo he conseguido. Otra cosa es que haya salido muy herido de esta batalla, que sí, pero ha merecido la pena. Ahora estoy lamiendo mis heridas y cuando tenga fuerza saldré de nuevo de mi cueva, otra vez. Lo importante es que el disco está casi listo y en mayo, muy pronto ya, estará en la calle, mucho antes que yo.


- Este es tu primer disco desde la disolución de Distrito 14. ¿Qué se mantiene de aquella época y qué ha cambiado?


Nunca me he regido por modas. Nunca se que es lo siguiente que voy a hacer y no me doy cuenta de que he hecho musicalmente hasta mucho tiempo después de haberlo terminado. Nunca me ha preocupado qué es lo que estoy haciendo musicalmente. Solo me preocupa que las canciones me gusten a mí, con eso me basta, sin preguntarme si son más rock, más pop, o lo que sea. Así que no hay peligro de haberme vuelto loco y de que me haya puesto a hacer música electrónica para ascensores, ni de que de repente me haya dado por hacer boleros, ni copla, ni regaeton. Simplemente hay una evolución lógica en este nuevo disco y, lógicamente, la riqueza de las composiciones y de la temática de las letras es mayor. Pienso que, eso sí, es un disco muy serio, realmente serio, sin tontadas. Siempre los discos de Distrito 14 fueron serios, pero ahora mucho más. Además, todos los que me han acompañado son grandísimos músicos con los que ya había tocado, o bien en Distrito 14, o bien al margen del grupo, como es el caso de Ramón Arroyo, guitarrista de Los Secretos que me acompaña en tres canciones. Con él toqué por primera vez en París en el 2009 y desde entonces hemos colaborado en algunas ocasiones. Ahora es un fijo ya para mí.


- ¿Cómo fue la vuelta al estudio tras casi una década lejos de ellos?


Un shock. Unas semanas antes de entrar al estudio pasé por unos momentos realmente difíciles. Creí que tenía que suspender la grabación. Nunca entré a un estudio en tan malas condiciones para la vida normal. Pero ahí estaba mi amigo y compañero Enrique Mavilla para dirigir la producción y ahí estaba el personal del estudio que lo hizo de maravilla. Yo solo tuve que preocuparme de llegar al estudio cada día y trabajar en la música, que era exactamente para lo único que estaba capacitado. Todo lo demás, el mundo alrededor, era un elemento extraño para mí donde desenvolverme. Pero grabando, tocando, escuchando, decidiendo musicalmente y cantando me sentía al cien por cien. Después, al salir del estudio por la noche la cosa era más complicada. En ocasiones, tras la emoción contenida en el estudio para lograr mantener el equilibrio entre la emoción y la técnica, el estado en que me encontraba al salir a la calle era tal que me iba a llorar a la orilla del río. Llorar de emoción, por haber conseguido expresar musicalmente con mis manos y mi voz lo que durante tantos años había preparado con todo el amor del mundo y que creí - justo los días anteriores a la grabación - que no iba a llegar; que me iba a quedar en las puertas del estudio; que iba a morir, justo antes de conseguir grabar el trabajo soñado.


- Este es el primer disco grabado en Zaragoza, ¿Qué ha supuesto elaborarlo aquí?


Una salvación. No hubiera podido hacerlo en ningún otro lugar lejos de casa por todas las circunstancias vitales que te acabo de contar. Pero es que, además, el trabajo en el estudio del Laboratorio de Sonido fue espléndido. Y sin la colaboración del Laboratorio en el proyecto nunca hubiera podido grabar este disco. No dispongo de los medios para poder afrontar los gastos de una grabación como esta... la ruina en que me dejó la producción de la película 'Historia de un grupo de rock' me impide afrontar nuevos proyectos sin colaboración. Por todo esto ha sido mi salvación grabar en Zaragoza. Esto además de que nunca había tenido la experiencia de entrar y salir de mi casa para ir a grabar, es una maravilla. Es una maravilla, eso sí, después de haber tenido todas las experiencias que yo he tenido de grabar a lo largo de mi vida en

Chicago, New York, Santiago de Cuba y en otros grandes estudios como fueron en muchas ocasiones los míticos estudios Sonoland en Madrid. Porque si en mi vida solamente hubiera grabado en Zaragoza y leyera esto que te acabo de decir dicho por otro artista pensaría ¡Vaya cabronazo éste, que morro tiene después de lo que ha vivido y ahora dice que lo mejor es grabar en Zaragoza! Sin duda, salir de grabar cada día y encontrarte de frente el Sears Tower de Chicago es una experiencia sublime e inolvidable, y no cambiaría esa vivencia ahora por nada. Pero tampoco cambiaría por nada la vivencia que he tenido con esta grabación, que ha sido la más potente de mi vida, sin ninguna duda. Así que por eso te digo que este disco que acabo de hacer solo se podía hacer en Zaragoza y que me siento el más feliz y orgulloso del mundo por haberlo podido hacer aquí y con el equipo que ha trabajado conmigo. Por el resultado sonoro y porque lo que cuenta el disco es mi vida, mi vida en el barrio de La Jota, en Zaragoza, en España. Es un disco español, de rock español. No te imaginas lo que he caminado antes y después de cada día de grabación por las calles de Zaragoza. Me he reencontrado con mi ciudad gracias a esta grabación. Y me ha hecho muy feliz este reencuentro porque a la vez ha sido un regreso al mundo... 


- Tus seguidores son todavía más importantes para este disco, ya que desde la web se pide su colaboración para que pueda ver la luz. ¿Cómo surgió esta iniciativa?


Porque todo el tiempo que el Laboratorio de Sonido me dio para hacer todo el proceso del disco me lo comí solo con la grabación. No pude evitarlo, al final quise hacer todo lo mejor posible y además grabé 14 canciones. Eso es un disco doble. Así que opté por hacerlo todo lo mejor que pude y grabar, solo grabar, contando con que la mezcla debería hacerla fuera del Laboratorio al que tenían que entrar, como es natural, otros proyectos, otras grabaciones. Una vez fuera apareció la opción de que el disco pudiera ser mezclado por los que en este momento para mi mejor podían hacer este trabajo, el ingeniero Hugo Westerdahl en su estudio Axis en Madrid, acompañado de Mané Larregla, el último guitarrista de Distrito 14, que además es un grandísimo arreglista y productor. Pero ese estudio y Hugo Westerdahl cuestan mucho dinero. Y yo no tengo más que deudas que voy pagando a los bancos como puedo, por anteriores producciones, como antes te he contado. Y además de mezclar falta masterizar, la fabricación del disco, la promoción, etc. Mucho dinero que no tengo, ni posibilidad de pedirlo a un banco. Pero me embarqué en esta aventura, como siempre, a pesar de todo. Me lancé al vacío porque quiero, necesito, que este disco sea lo mejor posible. Quiero que lo que llegue a los oídos de quienes quieran escucharme sea lo mejor posible, sin reservas, dando absolutamente todo lo que tengo en mi mano, que es música, letras, canciones. Es lo único que tengo. Pero tras tantos años de trabajo no puedo plantearme las cosas de otro modo sino como siempre me las planteé. Intentar el máximo posible, el límite, sin red. Así que he optado por la única opción posible de financiación que tengo para todo lo que resta del proyecto. Esto es, he lanzado la posibilidad de que quien quiera pueda comprar ya por anticipado este disco, o camisetas, o entradas para cuando vuelva a tocar, e incluso packs donde incluyo pases vip para las actuaciones, o la posibilidad de asistir a ensayos... Estoy tratando de que la gente que quiera mi disco me lo pague por adelantado para poder hacer frente a los gastos enormes que tengo ya mismo que afrontar. Además de la posibilidad de hacer donaciones para el proyecto o la posibilidad de invertir en el proyecto. Todo a través de la web de mi propio sello que es a su vez una página de venta on line desde la que llevamos muchos años vendiendo los discos de Distrito 14.


- ¿Cómo está yendo la búsqueda de colaboradores?


Esta pre venta del disco ha sido puesta en marcha el pasado 18 de marzo. Es pronto aún para saber cómo está yendo porque justo acaba de empezar y tenemos que difundir mucho más el asunto. Yo tengo la confianza puesta en que quede gente con ganas de escuchar mis canciones, y que confíen en que las canciones nuevas que he hecho merecen la pena. No me queda otro remedio que confiar en que confíen. Hace unas semanas puse en la red un breve documental de 10 minutos con un making of de la grabación donde hay un trocito de algunas canciones. Es una muestra, aunque no sea una selección de lo mejor. Simplemente, al hilo de la narración, aparecen varios fragmentos de canciones. Pero parece que ha gustado mucho. En poco tiempo ha habido un muy buen número de visionados teniendo en cuenta que la difusión que tengo es limitada y que no tengo el apoyo, ni lo he tenido prácticamente nunca, de ninguna compañía ni oficina de management.


- ¿Cómo ves el panorama musical aragonés en la actualidad?


En estos momentos no soy la persona ideal para hacer un panorama general de lo que se hace en Zaragoza, porque he estado estos años anteriores muy encerrado en mi mismo, en la composición, de modo obsesivo incluso, pero es que así entiendo yo el trabajo. Y apenas he salido de mi cueva. Pero me atrevería a decirte por lo que me llega que, como siempre, Zaragoza es un lugar muy especial para la música. Un lugar donde existe una gran variedad de estilos y donde se está trabajando con gran rigor, seriedad y respeto, en contraste con la banalidad de la música que más se escucha en la radio. Y no te hablo de la radio fórmula, a eso no me refiero, porque para mi eso no es radio. Qué pena que, como siempre, las modas y las etiquetas imperen. Porque lo que ocurre en Zaragoza es justo lo contrario y así ocurre, como siempre, que grandes músicos, grandes bandas, grandes canciones, se queden aquí, sin traspasar la frontera de nuestra región o de nuestra ciudad. Pero bueno, quizá algún día esto cambie. Siempre uno tiene esta esperanza y desde aquí trato de transmitírsela a mis compañeros de los grupos en Zaragoza, a los que conozco y a los que no conozco. Amigos, sigamos haciendo la música en la que creemos, la vida

es una y la tenemos ahí para hacer lo mejor posible con ella y sentirnos tranquilos con nuestra conciencia. Y tenemos el privilegio en la vida de que la música esté con nosotros, el privilegio de tocar aunque seamos maltratados por las circunstancias sociales, ninguneados, e incluso insultados por aquellos que más respeto debieran tener por sus conciudadanos. Porque al fin y al cabo, de segunda, pero también somos ciudadanos. Pero da igual, nosotros sabemos quienes somos, lo que somos y el respeto que sentimos por la música y por lo que ésta significa o debiera significar en la vida de todos y eso, todo eso que sentimos haciendo música, nos debe hacer inmunes a la estupidez. Solo puedo decir ánimo, sigamos adelante, la esperanza de ganarse el pan con el trabajo de uno no debe de perderse del todo, nunca. Aunque haya poca gente, cada vez menos por desgracia, que entienda que esto que hacemos es un trabajo serio y respetable, como otro cualquiera.


- ¿Es más difícil sacar adelante un proyecto que cuando nació Distrito 14?


Creo que entonces existían una serie de dificultades y ahora otras. No creo que sea más fácil o más difícil. Además creo que es algo que no debiéramos pensar, porque son tantísimas las variables que influyen que nos volveríamos locos si intentáramos hacer un análisis. Pero bueno, por ejemplo, cuando comencé grabar un disco era la meta, era lo más grande a lo que uno podía aspirar. Ahora no es así. Por otro lado entonces - y hasta hace bien poco - el camino para darse a conocer estaba restringido a las grandes compañías, al poder del dinero que marcaba qué se escuchaba y qué no en las emisoras de radio, que eran el único camino para los grupos, o artistas. Ahora gracias a Internet, a las redes y a la caída de las grandes compañías quizá existan más oportunidades para todo el mundo de ser escuchado, sin que nadie lo pueda impedir. Al menos eso está muy bien. Hay esperanza.


- Un accidente te ha tenido lejos de los escenarios. ¿Hay en perspectiva algún concierto en el futuro?


Lamentablemente tengo la mano escayolada para unas semanas y tendré que hacer una rehabilitación de unos cuantos meses hasta poder volver a tocar. He tenido que suspender la que iba a ser la presentación del disco en Zaragoza esta primavera y una gira de actuaciones que tenía prevista por toda España a continuación. De ahí otro motivo por el que me he lanzado a pedir la ayuda con la preventa del disco: la imposibilidad de que el directo pueda generarme algo de dinero para pagar los gastos del disco hasta dentro de bastante tiempo. Espero que, si todo va bien, en el otoño pueda comenzar la gira prevista y por supuesto hacer una buena presentación en Zaragoza. Confío en que todo vaya bien tras la operación a la que me he tenido que someter tras la rotura del ligamento del pulgar derecho, fundamental para poder tocar mi guitarra. Pero bueno, sin lamentaciones, esto es rock and roll. El disco estará en la calle en el próximo mes de mayo, ya no queda nada, al menos para eso. El miedo ya pasó, ahora quedan la esperanza y la dedicación.