Los tesoros de la biblioteca universitaria vuelven a casa

Doce años después de que salieran del Paraninfo, los libros más preciados de la Universidad de Zaragoza regresan al edificio tras finalizar el acondicionamiento de sus nuevos espacios

El nuevo fondo histórico de la biblioteca universitaria, en el sótano del Paraninfo.
El nuevo fondo histórico de la biblioteca universitaria, en el sótano del Paraninfo.
José Miguel Marco

El primer libro impreso en Aragón, la carta de Ramón Pignatelli pidiendo acceder a la Universidad de Zaragoza o un ejemplar de lujo del Quijote del siglo XVIII están entre los libros más preciados de la biblioteca universitaria. Hasta ahora estaban dispersos entre diferentes edificios de la institución, pero a partir de hoy, gracias a la finalización de las obras de acondicionamiento del Paraninfo, las colecciones históricas y patrimoniales vuelven al edificio al que pertenecen doce años después para que puedan ser consultadas por los trabajadores del centro e investigadores.

Para celebrar este regreso, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán; el rector de la Universidad, José Antonio Mayoral y la consejera de Universidad, Pilar Alegría, han recorrido esta mañana las instalaciones y han atendido a las explicaciones de Paz Miranda, directora de la biblioteca general universitaria, y Ana Isabel Gascón, directora del archivo central.

La visita ha comenzado en el depósito, situado en el sótano del edificio. Entre paredes con ladrillo visto y cinco kilómetros de estanterías se encuentran el archivo histórico, el fondo histórico y la sala de revistas. En el primero se encuentra, por ejemplo, el expediente académico de Santiago Ramón y Cajal, escrito con una llamativa caligrafía. "Cómo se nota que la gente escribía menos en redes sociales y sabía cómo escribir", ha dicho el presidente viendo el ejemplar.

Pero es en el fondo donde se almacenan los libros más llamativos, con 414 manuscritos y 405 incunables, once de ellos únicos en el mundo. Aquí está la obra 'Años políticos', escrita entre 1782 y 1833 por Faustino Casamayor y que es "fundamental", según Miranda, para entender episodios como Los Sitios de Zaragoza.

Hojeando los volúmenes, la directora aprovechó para pedir al jefe del Ejecutivo más fondos de restauración. "Lo necesitamos. La Universidad está haciendo un gran esfuerzo para mantener esta colección a flote, pero nos es imposible restaurar los libros que lo necesitan", ha explicado.

Al volver a la planta baja, el grupo ha visitado la sala de investigadores, empleada por la comunidad universitaria para la consulta de archivos. Es aquí donde han visto el primer libro impreso en Zaragoza ('Manipulus Curatorum'), una primera impresión de los Caprichos de Francisco de Goya -uno de los ejemplares de esta primera edición fue regalado por el pintor a su amigo Martín Zapater- o un espectacular álbum de anatomía con grandes ilustraciones empleado por Ramón y Cajal en sus clases. Doce de ellas están atribuidas a él mismo, destacando no solo por su precisión anatómica sino también por su belleza artística. Ha sido el ejemplar que más expectación ha levantado durante la visita.

Estos y otros ejemplares descansan ya en el Paraninfo de la Universidad, aunque la biblioteca universitaria se extiende por sus 22 puntos de servicio por todo Aragón hasta superar el millón de libros almacenados. "Se pone a disposición de la sociedad aragonesa un archivo que sorprenderá a todos y llenará de orgullo a los aragoneses", ha expresado Lambán al terminar la visita. Para el rector, esta acción era "necesaria" y pone en valor "el patrimonio de la biblioteca que tenemos, de un nivel comparable a las mejores universidades de España".

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