María Moliner y Vicky Calavia, a 'Imprescindibles' de TVE

Vicky Calavia tiene muchos frentes abiertos: trabaja en sendos documentales sobre la actriz y guionista y productora de cine Natividad Zaro, avanza en otro sobre el cineasta Florián Rey, y a la vez prepara una película sobre Elvira de Hidalgo, soprano y maestra de canto de Maria Callas, nacida en Valderrobres (Teruel). Y en esas andaba, y con la programación de ProyectAragón a cuestas, cuando le comunicaron desde TVE que este domingo, 25 de noviembre, a las 21.30, se va a proyectar en La 2, en ‘Imprescindibles’, su documental ‘María Moliner. Tendiendo palabras’, sobre la vida y la tarea de redactar un diccionario de María Moliner (Paniza, 1900-Madrid, 1981).

Explica Vicky Calavia: “Me llamó la programadora de ‘Imprescindibles’, Ana Peláez, a comienzos de este año 2018. Ella había visto el documental en la Seminci de Valladolid y le gustó mucho. Me pidió una versión de 55 minutos; los procesos en TVE son lentos. Al fin me anunció que se pasaría a finales de año, y se adelantó a este domingo. Cuando cogí el teléfono y me dijeron que era de ‘Imprescindibles’ me alegré muchísimo. Es un orgullo que esté ahí mi documental porque es un espacio de referencia para mí”.

María Moliner, en su madurez, tras la publicación de su 'Diccionario de uso del español'. Archivo Heraldo.

Vicky Calavia es una experta en documentales. Ha realizado varios sobre el escritor y crítico de cine Manuel Rotellar, el gastrónomo y cinéfilo Alberto Sánchez, el productor y guionista Eduardo Ducay, la maestra republicana María Domínguez, o el ‘Aragón rodado’, con Luis Alegre como conductor, sobre las películas rodadas en Aragón. Y, entre otras realizaciones, codigirió con Gaizka Urresti ‘Por qué escribo’, sobre Félix Romeo, al que le daba vida Jorge Usón.

'María Moliner. Tendiendo palabras’ es un homenaje a esta mujer cuyo nombre se recuerda por su ‘Diccionario de uso del español’, pero cuya personalidad y trabajo va mucho más allá: abarca una época dorada para la cultura en España, la II República, donde ella colaboraba en las Misiones Pedagógicas. Diseñó un plan de bibliotecas para España, con el objetivo y la ilusión de llevar la cultura y los libros a cualquier persona en cualquier lugar”, explica.

En su documental participan numerosos expertos, entre ellos María Antonia Martín Zorraquino, su mayor especialista en Aragón; los académicos Soledad Puértolas, Carme Riera, Aurora Egido, Inés Fernández-Ordóñez, Pedro Álvarez de Miranda y José Manuel Blecua; la hija Carmen Ramón Moliner, el profesor Javier Barreiro, la bibliotecaria Eva Puyó e Inmaculada de la Fuente, biógrafa de la lexicógrafa, que acaba de reeditar en Turner su libro capital: ‘El exilio interior. La vida de María Moliner’, un libro que también insiste en algo que le preocupa a Vicky Calavia: el rechazo de la Real Academia de la Lengua.

María Moliner, en los años 20 en Zaragoza, cuando colaboraba con Juan Moneva. Archivo Heraldo.

En la presentación de la biografía, Inmaculada de la Fuente dice: “No pudo ser. La Academia la rechazó al dar la mayoría de votos al lingüista Emilio Alarcos. Esa injusticia fue el germen de un reconocimiento popular que no ha dejado de crecer. Causó tanto asombro que los académicos no hubieran hecho un hueco en la corporación encargada de velar por la lengua a quien había entregado la vida a esa tarea, que la leyenda Moliner se empezó a propagar. Curiosa paradoja: el rechazo de la Academia impulsó su consagración”.

De la Fuente ahonda en esa percepción: “Con el paso del tiempo, no haber entrado en la Academia no le resta nada a María Moliner, y acaso sí a la Academia. A ella le habría hecho ilusión ingresar en una institución tan respetable, pero supo encajar la derrota con elegancia y dignidad. Lo que le importaba, además de la salud de su marido y la buena marcha de sus asuntos familiares, era que su ‘Diccionario’ creciera, que tuviera vida”.

Inmaculada de la Fuente reconstruye su existencia, recuerda a su partera Felipa Oteo, a su padre, médico de barco, que tenía otra familia en Buenos Aires y acabó desapareciendo; recuerda a sus hermanos Matilde y Enrique, a su profesor Juan Moneva, sus planes de bibliotecas, su colaboración con las Misiones Pedagógicas, su historia de amor y de convivencia con su marido Fernando Ramón y la realización obsesiva durante quince años de su gran obra. La estudiosa destaca su fuerza de voluntad, su tesón, su apuesta total por la educación y la cultura, y su sigilosa batalla contra el franquismo.

María Moliner fue humilde y sincera: “Mi biografía es muy escueta, en cuanto que mi único mérito es el Diccionario”. Y, en el pórtico de su gran proyecto, explicaba: “La autora siente la necesidad de declarar que ha trabajado honradamente; que, conscientemente, no ha descuidado nada”. El Nobel Gabriel García Márquez escribió en un artículo ya legendario en ‘El País’, y afirmaba que la aragonesa “hizo una proeza con muy pocos precedentes: escribió sola, en su casa, con propia mano, el diccionario más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua castellana”.

En http://www.rtve.es/alacarta/videos/imprescindibles/ pueden verse algunos de los programas que han dedicado a los aragoneses: Manuel Pertegaz, Carlos Saura, Soledad Puértolas, Pepín Bello, Antón García Abril, Gervasio Sánchez, Antonio Mingote y Joaquín Costa, entre otros.